Es inútil la defensa de la iglesia evangélica a la alcaldesa de Monterrey.

 

Inútil porque no hay la menor intención de revisar la eventual violación de Margarita Arellanes al ordenamiento constitucional de respetar el Estado laico por consagrar su municipio a Jesucristo.

 

Por encargo oficial un equipo de especialistas ha entrado al análisis de su caso y, obvio, lo ha comparado con actitudes de gobernantes.

 

Famosas son las de los gobernadores panistas de Guanajuato por sus visitas, asistencia a misa, comunión y hasta participación abierta en actos litúrgicos.

 

Hacen buen ramillete: Carlos Medina Plascencia, Vicente Fox, Ramón Martín Huerta, Juan Carlos Romero Hicks, Juan Manuel Oliva y el sustituto Héctor López Santillana.

 

Miguel Márquez apenas empieza.

 

Pero mayor escándalo es el causado por Fox.

 

Tras su toma de posesión, el primer presidente panista ignoró el grito de priistas en el Palacio Legislativo cuando le recordaron a Benito Juárez.

 

-¡Viva Juárez!-, interrumpieron su discurso.

 

-Sí, jóvenes: ¡Viva Juárez!-, secundó él desde la tribuna.

 

De ahí fue al Auditorio Nacional y, con un público afín, recibió un crucifijo de manos de sus hijos.

 

 

VACÍOS LEGALES PARA NO INTERVENIR

 

 

La historia de la presidenta municipal de Monterrey es conocida.

 

Acudió a un acto público de oración y, al intervenir, invocó salmos bíblicos y encomendó su municipio:

 

-Yo, Margarita Alicia Arellanes Cervantes, entrego la ciudad de Monterrey, Nuevo Léon, a nuestro Señor Jesucristo para que su reino de paz y bendición sea establecido, abra las puertas de este municipio a Dios como la máxima autoridad…

 

“Reconozco que sin su presencia y su ayuda no podemos tener éxito real. Como está escrito, si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican. Si el señor no vela la ciudad, en vano vela la guardia”.

 

Estas oraciones escandalizaron a los opositores, en especial la izquierda, quienes exigen sanción para Arellanes Cervantes.

 

La polémica continuará, pero quedará en el ambiente porque no se observa ánimo en la cúpula gobernante para meterse al tema de vigilar la fe.

 

Si acaso, con el tiempo y menor animosidad entre partidos, se reformarán leyes para quitarles la ambigüedad actual.

 

Sería de agradecerse.

 

CONFIANZA DE GALI Y CASTRO TRENTI

 

1.- Las preocupaciones priistas por la ciudad de Puebla van en aumento.

 

Sus propias encuestas no les pronostican la recuperación de la capital poblana pese a la ventaja inicial de su candidato Enrique Agüera, ex rector de la universidad estatal,de 18 puntos.

 

El panista Antonio Gali, tan bien visto por el gobernador Rafael Moreno Valle, presume un margen a favor de siete a ocho puntos, de acuerdo con la firma demoscópica.

 

Y 2.- en Baja California el fenómeno es a la inversa.

 

El priista Fernando Castro Trenti inició con suficiente delantera y el panista Francisco Kiko Vega asegura haberlo alcanzado.

 

Sin embargo, conforme se acercan las elecciones del 7 de julio, Castro Trenti ha vuelto a despejarse y algunas encuestadoras le dan entre siete y nueve puntos.

 

De ser avaladas el día de las votaciones, el priismo regresará al poder 24 años después de haberlo cedido al panista Ernesto Ruffo, el primer gobernador de oposición en la historia posrevolucionaria de México.

 

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