Simplificar el pago de impuestos, ampliar la base de contribuyentes con la incorporación de la economía informal y eliminar algunos regímenes especiales, serán algunas de las directrices de la próxima reforma fiscal, expuso el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez Sánchez.
El funcionario apuntó en entrevista que estas premisas para la propuesta de reforma fiscal que se presentará en los próximos meses están establecidas en el Pacto por México, suscrito por el Ejecutivo y las principales fuerzas políticas del país.
“El sistema fiscal estará sujeto en las próximas semanas y meses a una revisión de su marco jurídico y ello seguramente será modificado; esperemos que en el consenso de todas las fuerzas políticas se logre una reforma fiscal que beneficie a todo el país”, argumentó.
Aclaró que cualquier reforma fiscal tiene un componente recaudatorio, pero que el objetivo no debe ser exclusivamente ese, pues igual peso tiene la simplificación del sistema fiscal-tributario, para que los contribuyentes encuentren más fácil cumplir y pagar sus impuestos.
Además, dijo, hay que aumentar la base de contribuyentes con la incorporación de la economía informal a la formalidad, así como revisar y, en su caso, eliminar algunos regímenes especiales cuyos tratamientos fiscales erosionan la base gravable, pues esto ha hecho que ingresos tributarios de México sean menores respecto a economías similares.
El funcionario aseguró que el SAT coadyuvará con quienes serán los responsables de elaborar la propuesta fiscal, proporcionándoles información sobre las fortalezas y debilidades del sistema.
Lo anterior, dijo, a fin de que esta institución cuente con elementos suficientes para lograr su objetivo de facilitar el cumplimiento de los contribuyentes y lograr la recaudación esperada.
Entre estas debilidades, refirió, están los largos procedimientos de auditoría establecidos en el Código Fiscal de la Federación, los cuales en su momento se pensaron para que la autoridad fiscal los pudiera hacer en el domicilio del contribuyente durante 12 meses.
Valdría la pena, opinó, hacer una revisión de estas auditorías, pues ahora la tecnología permite hacer inspecciones de forma electrónica, lo que reduce mucho los tiempos para la revisión y, en su caso, hacer una presunción de omisión en el pago de impuestos.
Entre las fortalezas del organismo fiscalizador, Núñez Sánchez resaltó que cuenta con experimentado equipo de trabajo y un andamiaje jurídico-administrativo que le permitirá aterrizar y aplicar la reforma fiscal que se proponga y, en su caso, se apruebe.
A casi 16 años de existencia ya como SAT, afirmó, la institución cuenta con la tecnología que le permite incorporar información de diversas fuentes para cumplir dos premisas de actuación.
Estas son facilitar al contribuyente cumplir con el pago de sus impuestos, y hacer cruce de información para identificar de forma sistemática los patrones de comportamiento de los causantes en el cumplimiento de sus obligaciones, lo que permite incrementar la percepción de riesgo.
Así, estimó Núñez Sánchez, la administración tributaria y el sistema fiscal mexicano vivirán una transformación inducida por los propósitos que tiene el gobierno federal de facilitar y simplificar el pago de impuestos y de ampliar la base de contribuyentes, aunado a la incorporación de avances tecnológicos.
Por otra parte, el funcionario comentó que a causa de la desaceleración de la economía mexicana en el primer trimestre del año, la recaudación presentó una ligera baja respecto a lo programado en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) de 2013, pero mejor respecto a lo recaudado en igual lapso del año pasado.
No obstante, confió en que durante el segundo trimestre inicie la recuperación de la recaudación, lo que permitirá compensar parte de la baja del primer periodo y que al cierre del año se ubique en línea con lo programado.