Los directivos de Morena juegan a la distracción.

 

Y lo consiguen, a juzgar por los ecos inmediatos.

 

Van los datos:

 

Andrés López convocó a algunos de los suyos, los más cercanos, con el rimbombante nombre de Consejo Nacional del Movimiento de Renovación Nacional (Morena) pero celebrado sin acceso a los medios.

 

Entre los asistentes estuvieron su escudero incondicional y presidente formal del agrupamiento, Martí Batres; la escritora Elena Poniatowska, el empresario Carlos Payán y el diputado Alfonso Durazo.

 

A falta de información, hubo algunas declaraciones.

 

Puesto de declarante, Batres reiteró lo anunciado por López desde noviembre del año pasado:

 

-Morena no participará en las elecciones de 2013- algo lógico porque carece de registro oficial -con ninguna de las alianzas en formación.

 

No va, precisó ayer Batres, porque “todos van con algún partido de derecha”, alineamiento donde ubica tanto a Acción Nacional (PAN) como al Revolucionario Institucional (PRI).

 

Esa no fue la nota.

 

EL PRD ARMA UNA ESTRATEGIA SIMILAR

 

La noticia está en la estrategia para oponerse a la reforma energética.

 

Andrés López espera esta oportunidad para reposicionarse entre el electorado, aglutinar a los más pobres entre los pobres del país y demostrar su fuerza a la administración del priista Enrique Peña Nieto.

 

Es su regreso.

 

Se siente de regreso.

 

A partir de estas movilizaciones aspira a colocarse como la principal representación de la izquierda, por encima del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y sus Chuchos negociadores con el gobierno.

 

Actitud interesante porque precisamente Los Chuchos Jesús Ortega y Jesús Zambrano darán la pelea en posiciones clave como mantener la rectoría del Estado sobre el subsuelo, los hidrocarburos y la renta petrolera.

 

De ser necesario, de no frenar estos riesgos en las negociaciones al interior del Pacto por México, también saldrán a la calle contra esos afanes privatizadores.

 

Es decir, con las reformas energética y contra el Impuesto al Valor Agregado (IVA) podría darse el caso de una convergencia de las distintas corrientes de la izquierda no vista desde la campaña presidencial de 2012, cuando fueron juntas con el tabasqueño contra Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota.

 

KIKO: ¡AL DIABLO LAS INSTITUCIONES!

 

En Baja California hay un émulo de Andrés López con su frase estelar:

 

-¡Al diablo con sus instituciones!

 

Francisco Kiko Vega, con su doble camiseta de panista militante e izquierdista programático, rechazó asistir a los debates organizados por el Instituto Estatal y Participación Ciudadana (IEPC).

 

El instituto organizador de votaciones, asegura Kiko Vega, es un circo o un teatro montado por su consejero presidente Rubén Bojórquez para favorecer al candidato del PRI a gobernador, Fernando Castro Trenti.

 

Por eso no asistió al debate del jueves y no acudirá a los dos pendientes aunque corra el riesgo de perder el registro por desacato a la autoridad electoral.

 

Está en su derecho de negarse a asistir porque, dice, a su juicio “no hay condiciones equitativas” y el circo del señor Bojórquez trabaja para el priista Castro Trenti.

 

Resta importancia a ese tipo de confrontaciones:

 

-Les he ganado los debates donde he participado y eso lo saben los habitantes de Baja California.

 

Entonces, ¿por qué no ganar más adeptos?

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