SAO PAULO. En más de 80 ciudades de Brasil hay protestas planeadas para el jueves, una semana después del inicio de manifestaciones masivas para denunciar la mala calidad de los servicios públicos y la corrupción gubernamental.

 

La mayor protesta seguramente conmocionará a Río de Janeiro, donde los manifestantes planean marchar hacia el estadio de Maracaná, sede de un partido de fútbol de la Copa Confederaciones hoy por la tarde. También hay protestas planeadas en la metrópoli más grande del país, Sao Paulo, y otras ciudades.

 

Varios líderes municipales anularon ya los aumentos en las tarifas de autobuses y trenes subterráneos con la esperanza de calmar los ánimos.

 

En Sao Paulo, los organizadores de las protestas dijeron que las transformarán en un festejo para conmemorar la baja de las tarifas del transporte público. Sin embargo, otros creen que las protestas no sólo se centran en este tema, sino que además buscan cambios al sistema del país.

 

“Ya no es cuestión de precios”, dijo Camila Sena, universitaria de 18 años que protestó en Niteroi, una ciudad ubicada cerca de Río de Janeiro. “La gente está tan harta del sistema, tan cansada que pedimos un cambio”.

 

Sena agregó que el gasto público en los estadios de fútbol para la Copa Confederaciones y el próximo año en la Copa Mundial de fútbol empeoró la ira popular.

 

Ayer se registraron manifestaciones esporádicas en algunas zonas de Brasil, que se extendieron hasta bien entrada la noche en Niteroi en demanda de mejores servicios públicos ante el aumento de los impuestos y el encarecimiento de la vida.