BAGDAD.— Una oleada de atentados nocturnos cerca de mercados dentro y en los alrededores de Bagdad, así como otros estallidos en el norte de la capital, dejaron el lunes al menos 42 personas muertas y decenas heridas al continuar el derramamiento de sangre en Irak.
Los ataques fueron los más recientes dentro de la oleada de violencia que ha cobrado más de dos mil vidas desde principios de abril. Los extremistas, que han aprovechado el descontento suní con el gobierno encabezado por los chiíes, al parecer se han fortalecido en el centro y el norte de Irak.
Los hechos de violencia ocurrieron en momentos en que decenas de miles de chiíes colmaban la ciudad santa de Karbala, 80 kilómetros (50 millas) al sur de Bagdad, con motivo de la fiesta anual de la Shabaniya, en la que se celebra el aniversario del nacimiento en el siglo IX del líder chií conocido como el Imán Oculto.
Se establecieron estrictas medidas de seguridad en un intento por impedir que los creyentes sean blanco de ataques extremistas.
Uno de los atentados más letales ocurrió en la noche, cuando dos bombas estallaron con menos de un minuto de diferencia cerca de un mercado en el vecindario de Husseiniya, mayoritariamente chií, lo que dejó diez muertos y 30 heridos.
La Policía dijo que la segunda bomba estalló entre un grupo de personas que se había congregado en el lugar para asistir a las víctimas de la primera explosión.
Bassem Hazim, comerciante procedente de Husseiniya, dijo que se preparaba para las oraciones nocturnas cuando escuchó un estallido. Salió a ver qué había ocurrido.
“Cuando nos acercábamos al lugar de la explosión, una segunda bomba estalló entre la multitud. Ayudamos a transportar a algunas personas heridas al hospital. Todos los comercios cerraron y todos los compradores huyeron”, dijo.
“Los funcionarios están ocupados en viajes al exterior y en contratos mientras el país se desangra”, apuntó.
Horas antes, la Policía había dicho que dos coches bomba estallaron con minutos de diferencia en una calle comercial en el vecindario de Jihad, en el oeste de Bagdad, donde dejaron nueve muertos y 21 heridos, indicaron fuentes policiales.
Asimismo, cuatro personas perdieron la vida y nueve más resultaron heridas por el estallido de un coche bomba cerca de varios comercios en la zona de al-Shurta al-Rabeaa, habitada predominantemente por chiíes.