Mientras se acerca la fecha en que se discutirá la reforma energética, el gobierno mexicano y algunos legisladores están viajando a Noruega y Reino Unido para analizar de cerca sus modelos petroleros y ver qué podrían copiar para hacer de Pemex una empresa eficiente de clase mundial.

 

¿Por qué voltear al Mar del Norte? Porque Noruega e Inglaterra conservan la propiedad de sus hidrocarburos, pero permiten la inversión privada.

 

El espejo noruego

 

La característica principal del modelo noruego son sus buenas prácticas de gobierno y transparencia, con la empresa Statoil.

 

“Statoil es el ejemplo de que trabajar con el sector privado no es privatizar. Los noruegos son dueños de sus recursos energéticos, pero han hecho alianzas estratégicas para que haya competitividad y competencia en el sector energético, maximizando la renta”, dice en entrevista David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía en el Senado de la República.

 

El modelo noruego ha sido muy exitoso, dice Miriam Gruns- tein, investigadora del cide: “Tiene un sistema muy competitivo de concesiones y las licitaciones se hacen con la mayor transparencia. Tienen un registro muy nítido de sus ingresos petroleros, pero sus finanzas no dependen de estos”. Pero algunas carencias de México dificultarían importar este modelo y adaptarlo a Pemex. “Noruega es un país con una alta recaudación per cápita, tiene muy buen manejo de sus finanzas públicas y una cultura fuerte de Estado de Derecho e institucionalidad; y es todo lo que nosotros no somos. Es un modelo muy loable por muchas razones, pero que sea adaptable a nuestras realidades es muy dudoso”, considera Grunstein.

 

El espejo británico

 

Durante el mandato de Margaret Thatcher como primer ministro del Reino Unido, se realizaron una serie de priva- tizaciones en diversos sectores, en especial el energético como British Petroleum y British Gas, para aumentar la competencia. Hoy, Gran Bretaña es el productor más importante de petróleo en Europa.

 

El éxito de este modelo reside en la sólida regulación, comenta el senador David Penchyna: “Son marcos regulatorios muy serios en el manejo del medio ambiente y en las reglas de competencia económica. En cualquier proceso de apertura donde se pueda combinar capital público y privado, a mayor inversión, hay mayor regulación”.

 

Pero la falta de regulación seria es uno de los problemas que arrastra el país, acota Grunstein, del cide. “Los ingleses tienen un historial de instituciones muy fuertes. Para que pasáramos al liberalismo ‘thatcheriano’ tendríamos que pasar por una época de regulación muy fuerte. Y en México eso no ha ocurrido”.

 

¿Estos modelos son inalcanzables para Pemex? En la Estrategia Nacional de Energía, el diagnóstico es claro: la debilidad regulatoria de las instituciones en el país se debe a una inadecuada naturaleza jurídica, pocas facultades para regular e insuficientes recursos.

 

“Para que el mercado funcione, tienes que tener un Estado muy fuerte, que contenga los intereses ya creados; es decir, los económicos y políticos, que tienen mucha historia”, dice Grunstein. ¿Modernizar Pemex es imposible si no se moderniza primero la estructura del gobierno?

 

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