En conferencia de prensa, el ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, confirmó que fueron policías municipales, estatales y federales, los que dispararon en contra de los normalistas de Ayotzinapa durante 25 minutos para desalojarlos de una protesta en la Autopista del Sol el 12 de diciembre.
Este operativo dejó un saldo de tres heridos de bala, 24 detenciones arbitrarias, un estudiante torturado y al menos 15 víctimas de abusos policiacos; hace unos momentos, el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), señaló que la violencia a terceros no es un medio para exigir el cumplimiento de derecho a las autoridades.
La CNDH documentó el uso de armas largas y gases lacrimógenos en manos de policías estatales, ministeriales y federales; además destacó el hecho de que los elementos de estas corporaciones pretendieron implicar a un estudiante cuando presuntamente lo obligaron a disparar un arma AK-47, así como la recolección de casquillos en la autopista de Chilpancingo.
De acuerdo con testimonios recabados por la CNDH, cerca del mediodía del 12 de diciembre pasado, los estudiantes comenzaron a bajar de autobuses con pancartas para exigir al gobernador, Ángel Heladio Aguirre, mejoras en la operatividad de la Normal y la garantía de que continuara funcionando.
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