Se equivocaron. “Freda” era de estatura mediana, pelirroja, tez blanca y con tatuajes de estrella en la espalda; tenía apenas 28 años, era madre de familia y empleada de gobierno. Se llamaba Cyndi Charlotte Aguirre Malpica, pero no era a ella a quien buscaban los cinco hombres que se la llevaron y torturaron, la confundieron, pero de todas formas la mataron.

 

Era nueve de mayo, hace casi dos meses, y Cyndi, originaria de Fresnillo, había acordado una cita. Festejaba. Con un amigo salió a dar una vuelta en la noche al mirador del Cerro de la Bufa. Al poco tiempo, apareció una camioneta Pickup y se les emparejó. Cinco hombres jóvenes bajaron del vehículo, eran sicarios del cártel del Golfo.

 

Los hombres fueron directo al auto estacionado. Abrieron las puertas y bajaron a la fuerza a la pareja. Los golpearon. A “Freda” la subieron a la camioneta y a su amigo lo golpearon más y lo abandonaron en el mirador, pero horas más tarde logró llegar hasta un hospital.

 

La llevaron a una casa de seguridad, la golpearon y la instigaron con preguntas. Ellos insistieron en que Cyndi trabaja para Los Zetas. Ella lo negó una y otra vez. Se defendió. Ellos la siguieron golpeando. Se cansaron y, después de varias horas, le arrojaron una piedra en la cabeza. Su cuerpo lo arrojaron en el basurero municipal de Zacatecas. No hubo testigos, sólo desolación.

 

Al amanecer del 10 de mayo los pepenadores encontraron el cuerpo de “Freda”, como le gustaba llamarse en las redes sociales. Las autoridades primero declararon, a manera de conjetura, que era un crimen pasional. Pero su amigo todavía en recuperación denunció el secuestro previo, y la autoridad tuvo que retractarse.

 

Los funcionarios trataron, de todas formas, de diluir el caso, Zacatecas Online y el Sol de Zacatecas registraron las declaraciones de funcionarios, como la de Jesús Pinto Ortiz, secretario de Seguridad Pública del estado, que dijo que el crimen no se consideraba un asesinato serial, por lo que no había de qué preocuparse.

 

El gobernador, Miguel Alonso Reyes, le tuvo que enmendar la plana días después: “desde luego que no, que se trata de un asunto de prioridad para Zacatecas, que se está analizando, investigando y daremos cuenta inmediatamente”.

 

Hacia finales de junio, las indagatorias confirmaron que fueron cinco hombres los que secuestraron a Cyndi. Entonces detuvo a Luis Fernando Acosta Soto, de 21 años, y Édgar Homero Flores Sosa “El Moreno”, de 22.

 

Ambos jóvenes confesaron. Pertenecían al Cártel del Golfo y confundieron a Cyndi. Buscaban, según dijeron, a una integrante de los Zetas y sus rasgos eran similares a “Freda”, pero ella trabajaba para la Secretaría de Educación del estado y nada tenía que ver con el narcotráfico.

 

Apenas el pasado 1 de julio detuvieron al tercer presunto homicida, al menos así lo identificó el procurador zacatecano, Arturo Nahle García, quien aseguró que lo encontraron escondido en el municipio de Guadalupe, Zacatecas. Se llama Manuel de Jesús Gámez Juárez, tiene 20 años y le dicen “El Tortuga”, y añadió más datos, sostuvo entonces el procurador:

 

“El detenido declaró que por instrucción de un sujeto identificado como “El Jefe” se les dio la orden de buscar y matar a una mujer integrante del grupo delictivo Los Zetas de estatura mediana, pelirroja, tez blanca, con tatuajes de estrella en la espalda, descripción que coincide con la imagen física de Cyndi”.

 

El caso no se ha cerrado, buscan a “El Eco-3” y a “El Oaxaco”, los otros dos presuntos criminales. En las redes sociales se pide #JusticiaFreda.