MADRID. La investigación sobre el pago de impuestos de la Casa del Rey, confirmó ayer que los dos millones de euros que Juan Carlos II de España recibió como herencia de su padre ya no existen. En una respuesta insospechada, la oficina real (la Zarzuela) aseguró que el monarca se gastó ese capital en “pagar deudas y obligaciones de los condes de Barcelona” y que desde 1995 “no tiene cuentas en el extranjero”.
La respuesta de la oficina del Rey agrega que tiene "la convicción" de que se pagaron, pero no encuentra los documentos para demostrarlo. "No se conserva un solo papel", refiere el diario madrileño El País.
Esta pesquisa tuvo por origen la orden del Juez Castro que investiga los casos de presunto tráfico de influencias y triangulación de capitales. En la anterior petición del magistrado a Hacienda, hubo un error al atribuirle erróneamente a la infanta Cristina la propiedad de 13 fincas. Luego se confirmó que ella nunca tuvo en su poder esos inmuebles. A partir de esa búsqueda de bienes y cuentas de la monarquía española, la Casa del Rey pidió que nadie piense en “agujeros negros” o conspiraciones más allá de un error.
La información que ayer divulgó la prensa sobre las finanzas reales también gira en torno al debate de la Ley de Transparencia. En abril pasado se anunció que, por primera vez, la Casa del Rey rendirá cuentas públicas de todos sus gastos. Una vez que entre en vigor la Ley de Transparencia, la Zarzuela presentará una cuenta detallada de cómo ha ejecutado su presupuesto y esa información estará a disposición de los ciudadanos.
Para muchos, esa nueva facultad de la ley permitirá conocer cuánto cuestan los banquetes que organiza la Casa del Rey en el Palacio Real, su costo, así como el presupuesto que se destina al pago del gasto de servicios de calefacción, jardinería o desplazamientos.
También se buscaba conocer el monto que Juan Carlos II asigna a la Reina Sofía, la princesa de Asturias y a las infantas.