Con base en los resultados del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el Producto Interno Bruto (PIB) podría haber alcanzado una tasa de 3.9 por ciento en 2011 y con ello mantendría su ritmo de expansión a tasas cercanas a 4.0 por ciento en 2012, refirieron analistas.
Este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el IGAE (que indica la tendencia o dirección de la actividad económica en el corto plazo) se ubicó en octubre en 3.7 por ciento en términos reales.
Janneth Quiroz Zamora, economista Senior del área de Análisis y Estrategia Económica del Grupo Financiero Ve por Más (Bx+), señaló que los resultados publicados muestran que tanto la demanda interna como la externa impulsaron el crecimiento de octubre.
El aumento en las exportaciones manufactureras, que representan una parte importante de las exportaciones totales hacia Estados Unidos, junto con la construcción, indicador de la actividad interna, impulsaron el crecimiento del sector secundario.
Destacó que el sector servicios confirmó el buen ritmo de crecimiento de la economía interna y el crecimiento negativo de las actividades primarias reflejó la volatilidad del sector agrícola.
Así, dijo, “estos resultados están en línea con el crecimiento del PIB esperado para 2011, que estimamos en 3.9 por ciento”.
Por su parte, el economista del Grupo Financiero Santander, Rafael Camarena Zavala, subrayó que con los datos del IGAE a octubre pasado la economía mexicana habría crecido a una tasa cercana a 4.0 por ciento anual en el cuarto trimestre de 2011.
A su vez, el especialista del área de Análisis Económico de Invex Banco, Samuel Moreno Santoyo, opinó que en el segundo trimestre de 2011 se observó debilidad creciente en el sector agropecuario, debido sobre todo a las condiciones climatológicas adversas.
Entre ellas, detalló, la mayor sequía de los últimos 70 años en el verano, y las heladas en invierno; que también afectan al inicio de 2012 y se verán reflejadas en los precios al consumidor de productos de este sector, ya que provoca pérdidas en la producción agrícola e importantes bajas en la productividad en el sector pecuario.
En tanto, refirió, durante la segunda mitad del año pasado se observó creciente inestabilidad en los mercados financieros, lo cual aumentó la aversión al riesgo y provocó devaluación importante del peso frente al dólar.
En su opinión, lo anterior se tradujo en mayor cautela por parte de las empresas y como consecuencia menor crecimiento de la inversión en activos fijos y menores niveles de confianza sobre la situación económica.
No obstante, destacó, “a pesar del menor crecimiento del IGAE durante el décimo mes del año seguimos viendo fortaleza por el lado de la demanda agregada. Para el cierre de 2011 se observaron señales positivas que apuntan a un crecimiento sólido en el cuarto trimestre”.
Moreno Santoyo indicó que para 2012 existen riesgos externos, por un lado la situación presupuestal en Estados Unidos, la crisis de deuda en Europa.
De hecho, indicó, el entorno global podría afectar la actividad económica de México, en caso de una recesión en Europa y su contagio a Estados Unidos; y por otro, las elecciones internas en México podrían afectar la confianza de los inversores en los primeros meses de 2012.
Sin embargo, “nuestra tesis principal se centra en una transición muy lenta hacia una mayor estabilidad financiera (a medida que transcurre el año)”, así que bajo este supuesto, la economía mexicana podría mantener un ritmo de expansión a tasas cercanas al 4.0 por ciento este año.