Alrededor del WTC de la Ciudad de México había cientos de adolescentes con short de mezclilla y playera blanca. Este fin de semana los vi una y otra vez caminar por las calles de la colonia Nápoles e Insurgentes Sur orgullosos, como aquéllos que van a su primer concierto o su primer rave o su primera fiesta. La mayoría caminaba a un paso más veloz que sus padres, les urgía entrar al Pepsi Center y olvidarse de que todavía son menores de edad y son vigilados de cerca como si no supieran pensar por sí mismos. Querían atravesar la puerta y dejar atrás la voz de autoridad que los iba cuidando y que esperaría horas a que salieran para llevarlos a salvo de regreso a sus hogares.

 

Demasiado tráfico como para ser un día común y corriente en las calles de Filadelfia, Dakota y Montecito. Y cómo no. Se anuncia como Life in Color, the wolrd´s largest paint party.

 

Cientos de adolescentes de los principales colegios privados de esta ciudad estaban ahí. Listos para ser testigos de lo que todo mundo decía era una gran experiencia. En resumen: ser bañandos en cierto momento con chorros de pinturas fluorescentes, a ritmo de frenética música electrónica.

 

Alrededor de las 12:00 de la noche, comenzaron muchos a salir. Los autos otra vez aparecieron por decenas en Dakota, los policías llegaron a cerrar por unos minutos la calle, para desviar a los padres en busca de sus muchachos y muchachas que salían con la ropa lista para la basura. Mucha pintura y muchas sonrisas. Pero también gorras, muchas gorras que traían la marca ASUS impresa.

 

Este fin de semana vi salir a muchos niños y niñas con gorras pintadas de colores con el logo de la fabricante asiática de computadoras. Sorprendente. Se metieron sutilmente a uno de los lugares más visitados por los usuarios de tecnología.

 

ASUS viene fuerte a México en este Back To School, con el slogan We Transform, y un amplio catálogo de tablets y notebooks para todo tipo de usuarios, me recuerdan.

 

No le pierda la pista. En Estados Unidos, Europa y Asia es una de las marcas más respetadas y en México quiere demostrar por qué es tan festejado su diseño y su poder.

 

Por lo pronto me queda más que claro que ellos tienen muy bien pensado a quiénes deben convencer.

 

RABBIT HOLE

 

*** Alberto Armendáriz, de La Nación de Argentina, platicó con Green Greenwald, el columnista de The Guardian que reveló la red de espionaje cibernético de Estados Unidos a partir de las conversaciones que ha tenido con Edward Snowden, ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés).

 

--¿Puede América latina ser un buen refugio para Snowden? –pregunta Armendáriz.

 

--Sólo algunos países, como varios de América latina, China y Rusia, han desafiado a Estados Unidos, se han dado cuenta de que Estados Unidos ya no está en una posición de fuerza como la que tenía antes frente al resto del mundo, y que el resto de los países no tienen por qué obedecer sus demandas como si se tratase de una orden imperial. En América latina se siente una simpatía natural hacia Estados Unidos, pero a la vez hay un resentimiento grande por políticas históricas puntuales de Washington hacia la región. Lo que sucedió con el avión de Evo Morales en Europa provocó una reacción muy fuerte, fue tratado como si Bolivia fuera una colonia y no un Estado soberano.

 

--De los documentos que Snowden compartió con usted, ¿hay mucha más información relacionada con América latina?

 

--Sí. Para cada país que tiene un avanzado sistema de comunicaciones, como es el caso desde México hasta la Argentina, hay documentos que detallan cómo Estados Unidos recoge este tráfico informativo, los programas que se utilizan para captar las transmisiones, la cantidad de intercepciones que se realizan por día, y mucho más. Una forma de interceptar las comunicaciones es a través de una corporación telefónica en Estados Unidos que tiene contratos con empresas de telecomunicaciones en la mayoría de los países latinoamericanos. Lo importante será ver cuál es la reacción de los distintos gobiernos. No creo que los gobiernos de México y Colombia hagan mucho al respecto. Pero tal vez los de la Argentina y de Venezuela sí estén dispuestos a tomar acciones concretas.

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