El estado de estrés psicológico y fisiológico “muy importante” en el que se encuentra el ex gobernador Andrés Granier y sus antecedentes médicos, lo colocan en “un riesgo alto” de presentar un “un evento cardiovascular”, determinó el especialista Juan Carlos Peláez.

 

El más reciente certificado médico extendido por el cardiólogo, revela que el ex mandatario tabasqueño permaneció en el área de enfermería del Reclusorio Oriente para poder monitorear su presión arterial, la cual, a pesar de los medicamentos que se le aplicaron no bajó.

 

Esta opinión médica permitió que Granier fuera llevado, desde el fin de semana, a la torre médica del penal de Tepepan, en el mismo edificio donde se ubica la ex líder del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo. También impidió que fuera enviado a un penal de Tabasco, por el riesgo para su salud que representaba su traslado y estancia.

 

En el certificado, del cual 24 HORAS tiene una copia, se muestra que en el área de enfermería del reclusorio se le incrementó la dosis del medicamento para la presión, pero ni siquiera eso mejoró su estado de salud. “Continuó -precisa el cardiólogo- el descontrol en su presión arterial”.

 

El médico detectó que el ex gobernador presentaba una lesión en el área en la que a Granier se le practicó, en el Hospital Ángeles, un cateterismo cardíaco, para identificar la gravedad de la lesión en el corazón. “En la región inguinal se palpa la presencia de una masa que corresponde al proceso de inflamación y cicatrización de procedimiento realizado en el hospital”.

 

Peláez llevó a cabo una revisión médica al ex gobernador en el Reclusorio Oriente, donde detectó que este presentaba tres síntomas graves: “dolor opresivo en reposo, dolor en la región inguinal derecho en el sitio de punción y cefalea importante”.

 

El dictamen médico determinó que “el estado de salud continúa siendo delicado por la presencia de enfermedad coronaria y el no poder llevar una recuperación habitual para este tipo de padecimiento. Se encuentra en un estado muy importante de estrés tanto psicológico como fisiológico, lo cual aumenta el riesgo de presentar un nuevo evento cardiovascular”.