Las autoridades del Reino Unido lanzarán la próxima semana en seis localidades de Londres una campaña piloto para fomentar el retorno voluntario de personas en condición de inmigrantes, la cual ha sido aprobada por el ministro de Inmigración, Mark Harper, pero también criticada.

 

Una camioneta circulará exhibiendo carteles que advierten a las personas indocumentadas “irse a casa” o de lo contrario tendrán que enfrentar un arresto. Más de 28 mil inmigrantes ilegales fueron deportados tan sólo el año pasado.

 

El texto de la campaña, que fue aprobado por el Ministerio de Inmigración, reza: “¿Ilegalmente en Reino Unido? Váyanse a casa o afrontarán un arresto. Envía el mensaje ‘HOME’ al número 78070 para una asesoría gratuita y una asistencia con los documentos de viaje. Podemos ayudarles a regresar a casa voluntariamente, sin temor al arresto o la detención”.

 

La advertencia se divulga en interés de los propios indocumentados, les ofrece una alternativa a la repatriación con unas esposas, se jactó Harper, que agregó que el plan piloto es parte de un paquete de reforma sobre inmigración introducidas este año, incluyendo restricción de acceso de los inmigrantes a las prestaciones y servicios.

 

El Huffington Post publicó que la próxima semana los dos primeros vehículo ‘antimigrante’ recorrerán las calles de lso distritos de Hounslow, Barking–Dagenham, Ealing, Barnet, Brent y Redbridge.

 

De acuerdo con The Guardian, estos distritos fueron elegidos porque están por encima o debajo del promedio de los retornos voluntarios, por lo que consideran que es ahí donde se puede evaluar el éxito de la campaña.

 

Sin embargo esta medida de repatriación voluntaria también ha recibido críticas, como la de la ex ministra del gobierno británico, la liberal demócrata Sarah Teather, quien dijo al diario británico que la finalidad de esa campaña es intimidar a los inmigrantes.

 

Por su parte el dirigente del municipio de Brent, incluido en el recorrido de las camionetas, pronosticó que este tipo de campañas impulsarán la agresión de los británicos hacia los inmigrantes.

 

“Estamos haciendo que sea más difícil para las personas (inmigrantes) a vivir y trabajar en el Reino Unido, pero existe una alternativa a ser arrestado y esposado, y es darles ayuda y asesoramiento para regresar voluntariamente a sus hogares”, justició Harper.