RÍO DE JANEIRO. En el mayor santuario mariano de Brasil, el de Nuestra Señora Aparecida, en Sao Paulo, el papa Francisco pidió a los padres y maestros que transmitan a los jóvenes los valores que les hagan artífices de un mundo más justo, solidario y fraterno.

 

Frente a una multitud que superaba las 200 mil personas, las cuales llegaron días atrás a la ciudad de Aparecida para asistir a la misa del pontífice, exhortó a los fieles a no perder la esperanza y afirmó que aunque el “diablo, el mal, existe, no es el más fuerte, el más fuerte es Dios”.

 

En el tercer día de su estancia en Brasil, Francisco salió de su alojamiento temporal en Río de Janeiro, la Residencia de Sumaré, a bordo de un automóvil y se dirigió al aeropuerto Galeao, donde un avión lo trasladó hacia Aparecida. Al arribar a esa ciudad se trasladó al santuario para impartir la misa, que ya esperaban unas 15 mil personas al interior del templo y otras tantas afuera, las  cuales observaron el ritual en pantallas gigantes.

 

Francisco se encontró de frente con la imagen de la virgen negra, la tomó en sus manos y abrazo en un momento muy emotivo para él que lo dejó con los ojos llorosos. Segundos después, el prelado pidió por el éxito de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud y puso al pueblo latinoamericano bajo su protección.

 

Antes de la ceremonia, el arzobispo de Aparecida, Raymundo Damasceno Assis, había recordado la historia de la imagen negra de la virgen, que según los estudiosos se debe al fango del río y al humo de las velas, pero también a que el negro se ve como referencia al sufrimiento de los pobres y de los excluidos, especialmente el pueblo negro en la historia de aquellos años de Brasil.

 

Ante la multitud expectante, Francisco manifestó que es necesario que los hombres “mantengan la esperanza, se dejen sorprender por Dios y vivan con alegría”.

 

Amplió en torno a la esperanza y señaló que aunque en la vida se presentan muchas dificultades, “Dios nunca deja que nos hundamos”, y aseguró que aunque “el diablo, el mal, existe, no es el más fuerte. El más fuerte es Dios y Dios es nuestra esperanza”.

 

Describió que hoy día los jóvenes sienten la sugestión de tantos ídolos “que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza, como son el dinero, el éxito, el poder, el placer”, y que ello se debe a la sensación de soledad y vacío que sufren “y que les lleva a la búsqueda de compensaciones de estos ídolos pasajeros”.

 

El también jefe del Estado Vaticano exhortó a los adultos a ayudar a los jóvenes a ser protagonistas en la construcción de un mundo mejor. Dijo “son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad. Ellos no sólo necesitan cosas. Necesitan sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales”.

 

La agenda de hoy

 

El Papa recibirá las llaves de la ciudad de Río de Janeiro de manos del alcalde Eduardo Pae y del gobernador del estado brasileño de Río de Janeiro, Sergio Cabral, este último cuestionado por manifestantes convocados por el grupo Anonymoussobre el gasto público de 53 millones de dólares que costará a contribuyentes la visita del Papa Francisco y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

 

Luego, el pontífice también bendecirá las banderas olímpicas en el Palacio de la Ciudad de Río. Más tarde, visitará la favela de Manguinhos, que es una zona pacificada. Por la tarde, se encontrará por primera vez con los jóvenes peregrinos de todo el mundo para celebrar la JMJ 2013. Concretamente, el primer acto será la fiesta de acogida en la playa de Copacabana.