Fibra Uno, una empresa encabezada por la familia El-Mann, analiza adquirir la propiedad de Grupo Financiero Santander ubicada frente a la Glorieta de Colón, en la Ciudad de México.
“La realidad es que hemos explorado la posibilidad. Aquí no estamos cerca de cerrar el acuerdo; nos ofrecieron el terreno y lo estamos analizando”, dice Gonzalo Pedro Robina Ibarra, director general adjunto del fideicomiso de inversiones en bienes raíces (Fibra) que inició sus operaciones en marzo de 2011.
“Hoy, dada la importancia que ha tomado Fibra Uno, cualquier persona interesada en vender algún inmueble de cierta relevancia, la verdad es que nos lo ofrecen”, explica el ejecutivo a 24 HORAS.
—¿Hay interés de adquirir el terreno de Santander? —, insiste el reportero.
—Estamos haciendo los análisis correspondientes.
El predio era uno de los más observados en México, pues ahí se edificaría el proyecto inmobiliario más grande del Paseo de la Reforma, la Torre Santander.
Contaría con tres torres de 68 pisos cada una que alcanzarían 290 metros de altura, en las calles de Morelos y Versalles (la Torre Mayor es la más alta de México, mide 225 metros y cuenta con 59 niveles, incluyendo cuatro sótanos de estacionamiento).
Pero a mediados de 2012 se informó extraoficialmente que el proyecto se había cancelado y el terreno de más de 10 mil metros cuadrados en el 76 de Paseo de la Reforma estaba en venta.
Una Fibra es un vehículo para la inversión en bienes raíces. Ofrece pagos periódicos del resultado fiscal neto proveniente de las rentas y a la vez tiene la posibilidad de obtener ganancias de capital (plusvalía).
Fibra Uno, firma que se estableció principalmente para adquirir y poseer propiedades con el fin de arrendar y desarrollar espacios comerciales, industriales y de uso mixto, así como edificios de oficinas y terrenos en el mercado mexicano, es presidida por Moisés El-Mann Arazi, presidente de Grupo-E, y dirigida por André El-Mann Arazi.
“La familia El-Mann tiene más de tres décadas en la administración de inmuebles en este país”, recuerda Robina Ibarra.
—¿Quiénes están detrás de Fibra Uno? —, pregunta el reportero.
—El número de inversionistas institucionales mexicanos son las afores mexicanas, fondos de pensiones de empresas privadas, 100 inversionistas internacionales de los fondos globales y un grupo de control que cuenta 30% de las acciones.
—¿De dónde es copiado el esquema de negocio?
—El concepto de negocio nace en 1963 en Estados Unidos. De ese año a los 90 fue muy insípido y ya en los 90 tiene un auge importante y es después de esa década cuando inició el auge. Gran Bretaña es el segundo mejor mercado y en los mercados emergentes replicaron el esquema de negocio. En México tiene 20 años de existir.
—¿Cuánto han adquirido en bienes raíces en México?
—En los últimos dos años hemos adquiridos inmuebles por 80 mil millones de pesos.
—¿Cuántos inmuebles adquirieron en México?
—Se tienen 320 inmuebles en la República Mexicana y recientemente se hizo un anuncio de compra de 50 inmuebles.
—¿Su apuesta son los edificios corporativos?
—Se están administrado oficinas corporativas, como la Torre Mayor, así como hay propiedades en el sector industrial, parques industriales destinados a la logística y almacenamiento, así como centros comerciales. No tenemos inmuebles en Santa Fe ni en Perisur.
—¿Cuántas otras propiedades comprará Fibra Uno en los próximos años?
—No tenemos previsto un tope, mientras sigan existiendo las oportunidades de inversión en el mercado y nos sigan confiando sus recursos, esto seguirá creciendo.
—¿El sector turístico será del interés de la empresa?
—Estamos abiertos a posibilidades de inversión siempre en el sector inmobiliario, y no entraremos al sector de la infraestructura. Aplicaremos el dicho: “zapatero a tus zapatos”, pues sólo nos centraremos al mercado donde hay experiencia. Aunque ya tenemos algunos hoteles, no vamos a mirar más allá de la actividad hotelera.
—¿Hay riesgos en el sector inmobiliario en México?
—No hay algún factor económico que pudiera afectar el sector inmobiliario, al contrario está muy sólido como pocas veces. Eso se debe a que se alinearon muchas cosas como un buen momento económico del país y que los inversionistas instituciones ven a México como la principal nación para invertir.