El es una de las pocas voces autorizadas en una industria hermética que amalgama a expertos en ciberseguridad espionaje, negocios, economía, periodismo, lavado de dinero y detección de fraudes. Es, como lo bautizó The Economist, un “sabueso del capitalismo”.

 

Tom Hartley es el CEO de Kroll Advisory Solutions y, desde uno de los puntos con la mejor vista de la Ciudad de México, a puerta cerrada, comenzamos a charlar.

 

No todos sus logros son públicos. Por lo general, es con- tratada por su nivel de confi- dencialidad dada la importancia de los asuntos que maneja. Por ejemplo, el gobierno kuwaiti lo contrató para investigar la red financiera que utilizó el dictador iraquí Saddam Hussein, para ocultar activos en Occidente. El trabajo de Kroll vinculó a Hussein con activos mantenidos mediante depositarios en Estados Unidos Europa, exponiendo a sus agentes y empresas fachada.

 

Al margen de este tipo de misiones, Hartley nos hace ver las inversiones en los países violentos como un juego de espías y de secretos que justifican los desembolsos millonarios en algo más que corazonadas.

 

Si los políticos mexicanos quisieran saber cómo llegan las armas desde Estados Unidos y Alemania para venderse en el mercado negro, podrían contratar a Hartley.