Los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) acordaron ayer abortar la reforma político-electoral, que se discutiría y aprobaría en un segundo periodo extraordinario en agosto, por lo que el sol azteca tendrá que ir solo en la defensa de sus temas estructurales, afirmó el coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa.

 

De hecho, el legislador federal abandonó una reunión donde se discutía el temario para un segundo periodo extraordinario de sesiones y, molesto, acusó a panistas y priistas de ponerse de acuerdo para sacar adelante las reformas energética y hacendaria.

 

Este acuerdo entre PRI y PAN se da pese al compromiso del líder del blanquiazul, Gustavo Madero, de condicionar el apoyo a las reformas fundamentales por cambios en materia política, para asegurar reglas electorales “democráticas” y “equilibradas”. En este mismo sentido se ha pronunciado el líder perredista en la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles.

 

Pacto, herido de muerte y extraordinario en veremos

 

“No va a ver reforma política en agosto, pretenden que haya un reforma electoral chiquita, la reforma política la quieren para después de 2015 y, por tanto, no veo condiciones para que el Pacto (por México) vuelva a restablecerse como una mesa pública de negociación”, advirtió Barbosa.

 

El senador poblano expresó, además, que PRI y PAN están negados a analizar la ruta para llevar a cabo un referéndum nacional, como forma de consulta popular, que establezca la necesidad de un debate nacional en asuntos de relevancia histórica, como la reforma energética y la política.

 

El líder perredista informó también que esta semana será vital y trascendente para definir sí habrá un periodo extraordinario la última semana de agosto, y aunque no quiso aceptar que está en riesgo, Barbosa Huerta acotó que “yo estoy planteando que se haga el extraordinario, esta semana es definitoria para el periodo extraordinario”.

 

El perredista afirmó que en los tiempos actuales ya “no hay máscaras”, por lo que los partidos políticos ya definieron sus posturas en temas trascendentes y posiciones políticas.

 

“Los campos están claros para cada fuerza política. Para el gobierno y para el PRI esos son su reforma energética, reforma fiscal-hacendaria, y para el PAN es la nueva estrategia para reponer la relación que tuvieron en otro tiempo y que les permitió llegar al poder, volver a rehacer este tipo de estrategias”, manifestó el senador.

 

Hizo hincapié en que el escenario político en México queda perfectamente claro, pues a su consideración ya llegó el momento en que el gobierno y cada fuerza política tienen un escenario perfectamente definido.

 

“El PRI requiere de la reforma energética y de la reforma fiscal y hacendaria, requiere de ello para poder alcanzar los propósitos que se ha impuesto. Así que el PRI va a ir por la reforma energética, que permita la inversión privada en áreas estratégicas de Pemex a cambio de compartir renta petrolera, además va a ir por una reforma fiscal recaudatoria, basada en aumentar, y en tasa única sin extensiones, el IVA y lo que han mencionado”, expuso en conferencia.

 

Adelantó que el PRD no irá en dichas reformas. “No vamos acompañar la propuesta de reforma energética que permita la inversión privada nacional y extranjera en áreas estratégicas de Pemex a cambio de renta petrolera; no vamos a acompañar la reforma fiscal que aumente los impuestos al consumo a tazas de 16 y más porciento, sino a exenciones, no vamos a apoyar, tenemos otras propuestas”.

 

Barbosa agregó que la estrategia priista y panista puede parar temas como el de transparencia y el de Reforma anticorrupción.

 

Y sobre las negociaciones para ocupar la presidencia de la Mesa Directiva, el senador del PRD dijo que las pláticas están en “un impasse, está ahí detenido, ya es el tema dentro de la vida interna del Senado más importante en este mes”.