En un mes salieron de México 810 millones de dólares de sus reservas internacionales invertidas en oro, debido a que este commodity  dejó de ser el refugio de los inversionistas ante una recuperación económica en el mundo.

 

Según el Banco de México (Banxico), hay más de 123.79 toneladas de oro en sus reservas, que a precios del 31 de mayo de 2013, equivalían a cinco mil 558 millones de pesos, pero al cierre de junio valían sólo cuatro mil 748 millones de pesos.

 

“Los inversionistas buscan posiciones con más riesgo y rendimiento, ya que el oro representa una posibilidad de pérdida”, manifestó Gabriela Siller, director de análisis económico y financiero de Banco BASE.

 

“El oro siempre ha sido considerado como un refugio y por eso fue que durante la crisis financiera de 2008 y los días de mucha incertidumbre subía mucho su precio, incluso salían capitales de todo el mundo y lo invertían en el commodity o los francos suizos”, dijo la analista.

 

La primera mitad de 2013 resultó ser un tumulto para el mercado del oro en el mundo, dijo Marcus Grubb, director de inversiones del Consejo Mundial del Oro.

 

Se presentó una baja en el precio del metal, debido a que inversionistas y especuladores vieron la caída de los precios como una señal de que la tendencia alcista se repetirá, y otros inversionistas y consumidores vieron la oportunidad de comprar joyas y oro para sumarlas a sus portafolios, agregó el especialista del organismo internacional.

 

Del 2 de enero al 28 de junio del presente, el precio de la onza del metal precioso se derrumbó 30%, revela el Consejo Mundial del Oro.

 

El 12 de mayo de 2011, el gobierno mexicano anunció la adquisición de cuatro mil millones de dólares en lingotes, siendo una de las operaciones más importantes en la historia, pues de un sólo tajo acumuló 100 toneladas.

 

“Es probable (que el precio del oro suba), pero nosotros no lo hicimos con un horizonte de aquí al cierre del año (2011), más bien es una inversión de mediano y largo plazos” dijo Agustín Carstens Carstens, gobernador del banco central.

 

En una entrevista concedida ese mismo día a un programa de radio, el responsable de la política monetaria en México manifestó que en el mediano y largo plazos sí veía que el oro tendría una capacidad de subir.

 

“Y la otra cosa que también nos ayuda mucho es de que la covarianza (medida de dispersión conjunta de dos variables estadísticas), de cómo se mueve el precio del oro, con respecto a precios de otros activos que tenemos en nuestro portafolio”, dijo Agustín Carstens.

 

“El oro nos disminuye el riesgo, entonces la covarianza también es algo que queremos explotar a través de esta inversión”, comentó el encargado de Banxico.

 

Gabriela Siller dijo que cuando se empezó a ver en 2013 una recuperación económica, especialmente los primeros seis meses del año, el precio del oro bajó considerablemente.

 

“La tendencia del oro en el largo plazo es a la baja, porque estuvo en una burbuja especulativa muy fuerte y se encuentra fuera de su precio de equilibrio”, agregó la analista.