Desde hace tres años, Rodrigo es un comprador compulsivo… de artículos de blindaje.
Este exitoso empresario del Distrito Federal se cansó de los asaltos –de automóvil y en su residencia- e intentos de secuestro. Por eso, desde 2006 decidió comprar autos blindados, asegurar su residencia con acero balístico y cristales antibalas, y adquirir ropa blindada, camisas y chalecos, en su mayoría.
Las compras de ropa blindada se extienden para su esposa, sus dos hijos universitarios y hasta para sus guardaespaldas.
Este empresario tuvo que invertir alrededor de 3 millones de pesos para poder vivir con relativa tranquilidad, pues comenta que el valor de su camioneta es similar al del blindaje de su residencia, que fue del orden de un millón de pesos cada uno, además de otra cantidad similar en la compra de ropa antibala para toda la familia.
Hay empresas que incluso planean fabricar ropa interior, prendas que si no serán diseñadas siguiendo la última moda, es porque serán dirigidos a vigilantes de cárceles que pueden ser agredidos con armas blancas.
Rodrigo recuerda que comenzó a “blindarse” a raíz de que hace un lustro buscó, sin éxito, una candidatura para un puesto de elección popular. Desde entonces, su exposición en eventos masivos lo obligó a extender las medidas para protegerse y a su familia de la delincuencia, pues fue ubicado como un “blanco” por bandas delictivas.
Recuerda que ese mismo año le robaron un automóvil de lujo, asaltaron su vivienda y reportó a la policía a grupos de personas que lo seguían constantemente. Por ello, decidió comprar productos blindados, además de escoltas.
De acuerdo con empresas dedicadas al blindaje de automóviles, los precios para asegurar una unidad con acero balístico y vidrios antibala oscilan entre los 500 y un millón de pesos, depende del nivel de protección que se requiera.
Revestir una puerta con acero cuesta alrededor de 60 mil pesos e instalar ventanas con policarbonato unos 20 mil pesos.
Como Rodrigo, miles de mexicanos han decidido invertir millonarias sumas de dinero en medidas de prevención contra la comisión de delitos de alto impacto en México.
Moda exclusiva
Desde hace cinco años, en México existe una empresa colombiana dedicada exclusivamente a la elaboración de ropa blindada. Chalecos, camisas, chamarras y gabardinas forman parte de su sofisticado catálogo.
También fabrica chalecos antibala para corporaciones policiales, tanto federales como estatales y municipales, así como para cuerpos de élite de las Fuerzas Armadas.
Javier G. Di Carlo, director de Marketing de Miguel Caballero, aseveró que los ataques contra las Torres Gemelas de Nueva York representó un paradigma en materia de seguridad a nivel mundial.
“Comienza a surgir en México y en el mundo una cultura de la prevención, los clientes comienzan a asegurar sus automóviles, pero muchos otros con niveles de seguridad más alto, como policías, militares, escoltas, empresarios comienzan a asumir otras actitudes”, como la adquisición de prendas y chalecos blindados.
Los clientes de estos productos, son además de los policías y militares, empresarios y políticos.
Estas prendas de vestir pueden ser confeccionadas con niveles de blindaje bajo, mediano y alto, capaces de proteger de armamento calibre 9 mm., 38 mm., mini uzis y Magnum .44.
La ropa está fabricada con un tejido llamado “aramida”, el cual es lavable, flexible, tiene una vida útil de cinco años y absorbe la energía del impacto de las balas. Son resistentes al agua, la humedad y a temperaturas superiores a los 400 grados centígrados.
Las prendas están clasificadas en tres líneas: Silver, Classic y MC Black Collection.
La línea Silver está dirigida a la seguridad privada. Está diseñada para satisfacer las necesidades de los trabajadores encargados del traslado de valores, seguridad bancaria, compañías de monitoreo y vigilancia, y escoltas en general.
La línea Classic es para equipo táctico. Ha sido desarrollada para grupos de seguridad dentro de instituciones privadas o públicas, responsables de operaciones preventivas u ofensivas, detección y neutralización de minas antipersonales, operaciones de asalto, intervenciones y misiones de reacción táctica.
Y la MC Black Collection, de moda, está diseñada para personas VIP, que prefieren la moda sobria, elegante y exclusiva.
Una chamarra casual o clásica cuesta mil 900 dólares –alrededor de 24 mil pesos-; una chamarra tipo cazadora, dos mil 900 dólares -36 mil pesos-; un chaleco, dos mil 200 dólares -27 mil 500 pesos-, y una chamarra de piel, 4 mil 250 dólares -53 mil pesos-.
La violencia y los motines al interior de diversos penales del país, fundamentalmente, motivaron a Miguel Caballero a diseñar una prenda íntima para caballeros, destinada particularmente para custodios.
El proyecto, el cual sigue en análisis, data desde hace cinco años y fue elaborado a petición de la Secretaría de Seguridad Pública federal, a fin de dotar de protección a custodios de cárceles ante la amenaza de armas punzocortantes, utilizadas por los reos.
La prenda se elaboró e incluso fue sometida a diversas pruebas y aunque pasó las pruebas de seguridad, el proyecto se frenó debido a que resultaba incómodo para su portador.
La empresa informó que sigue diseñando nuevos modelos de esta prenda, con nuevos materiales, a fin de hacer viable su utilización entre el personal de custodia de los penales del país.
Clientela distinguida
Entre los clientes más asiduos están los presidentes de Venezuela y Colombia, Álvaro Uribe y Hugo Chávez; los príncipes de Asturias, el juez Baltasar Garzón, el Rey Abdullah de Jordania, el actor Steven Seagal y de México, Víctor González Torres, conocido como el Doctor Simi.
En México hay políticos muy connotados a quienes les vende sus prendas, pero no tiene autorización para revelar sus nombres.
Según el diseñador, los empresarios y políticos mexicanos prefieren las chamarras deportivas de gamuza y de piel en colores sobrios tales como el negro y el gris oscuro.
Los clientes de la tienda en México suman 150, entre empresarios, millonarios del jet set, políticos, altos jerarcas de la iglesia católica y empresas cuyo giro es la seguridad privada.
Alta resistencia
Quien viste esta ropa está protegido de disparos de armas de fuego de cualquier calibre, desde una 22 hasta armas largas como AK-47 (cuerno de chivo), R-15, M-16 y revólveres, escuadras, .9 mm, 45, 38 especial.
El material utilizado cumple con una serie de normativas en materias de seguridad blindada (NIJ 0101.04) y de calidad (ISO 9001), además de pruebas de resistencia balística.
Club de sobrevivientes
La empresa Miguel Caballero tiene un club de sobrevivientes, en el cual ingresan todos aquellos que han salvado la vida, tras ser víctimas de un ataque, por portar una prenda blindada.
Cuando ocurre un hecho de este tipo, la empresa le reintegra al cliente la misma prenda, sin costo alguno.
Aunque en este selecto club también hay civiles, la empresa decidió publicar en su página de internet algunos testimonios, pero fundamentalmente de policías y militares.
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