Ya nos habían comentado de estos helados y después de probar los helados Finno, nos quedamos con las ganas de seguir conociendo más de los tan llamados “helados artesanales”.
Eso no llevó a un pintoresco lugar de la colonia San Miguel Chapultepec, en la Ciudad de México, en donde se encuentra el taller y la tienda de los helados Amor casero, una heladería que usa productos naturales sin conservadores ni sabores artificiales.
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