Por su ubicación geográfica, México es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, sobre todo a las inundaciones. Los estados de Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Veracruz, la península de Baja California y Tamaulipas son las entidades más expuestas a los desastres naturales debido a su cercanía con el mar.

 

“Debemos entender qué va a pasar en el país, ahorita ya deberíamos de estar trabajando para reubicar a la gente que vive en poblaciones de alto riesgo de desaparecer por el agua, si queremos evitar varios Tabascos a la vez, tenemos que empezar a trabajar desde ahorita”, advirtió Carlos Gay, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

“Desde hace 15 años se dijo que en el sureste iba a seguir lloviendo y lloverá más todavía, pero en lugar de ver la forma de hacer trasvases para llevar toda esa agua del sureste al norte donde se están secando, prefieren estar poniendo curitas todos los años que se inunda”, advierte el académico.

 

Según análisis hechos por especialistas, en un siglo al menos puertos de 11 estados del país podrían yacer bajo el agua. La preocupación no es gratuita: 98% de los mexicanos está expuesto a algún tipo de riesgo provocado por agua, según la Sedesol, ya sean tormentas, inundaciones, huracanes o granizadas.

 

El especialista de la UNAM destacó que las entidades con poblaciones en riesgo, ante su cercanía con el mar y la constante crecida de las olas son Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Veracruz, la península de Baja California y Tamaulipas.

 

A propuesta de Carlos Gay los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales, que este año tiene un presupuesto de cinco mil millones de pesos, deberían reorientarse para la construcción de la tecnología necesaria y aprovechar mejor el agua de lluvia, llevar el vital líquido de donde sobra a donde no hay, así como a reubicar a la población que vive en zonas de riesgo.

 

Como ejemplo puso a poblaciones como Chalco y Tultitlán, en el Valle de México, que año con año se inundan. También citó el caso de Tabasco, donde aparte de las inundaciones existía un proyecto para anegar 24 lagunas para construir un desarrollo habitacional “no se puede permitir que eso ocurra porque tarde o temprano el agua reconoce su cauce”.

 

Por su ubicación geográfica, México es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático no sólo por tener un clima subtropical sino también porque las planicies costeras están al nivel del mar y sin importar este riesgo se han autorizado construcciones de hoteles y casas de playa.

 

De acuerdo con el Informe Stern sobre cambio climático, el primero en calcular las repercusiones económicas de este fenómeno, dentro de menos de un siglo la temperatura en el planeta subirá de uno a seis grados “y esto será fatal para México si seguimos dando tumbos como hasta ahora. Se han hecho leyes y se han hecho campañas, pero nos falta actuar en la prevención”, dice el académico.

 

En 2005 se instaló en el país la Comisión Intersecretarial del Cambio Climático, dos años después se diseñó una Estrategia Nacional de Cambio Climático, y en 2008 un Plan Especial para abordar el problema a escala global, sin embargo, hasta ahora no existe una estrategia que contemple la reubicación de personas en zonas de riesgo.

 

Por su parte, José Luis Escalera, director general de desarrollo territorial de Sedesol, señaló que la dependencia ya trabaja en los mapas de reordenamiento territorial de 100 ciudades en el país, para dejar debidamente establecido cuáles son las áreas de riesgo en estas capitales entre las que se encuentran el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey.

 

“El tema de las inundaciones es muy importante porque prácticamente en todo el país puede presentarse algún tipo de daño relacionado con el agua, si no es por el exceso de lluvia es por la sequía, pero el agua es uno de los grandes temas”, destacó.

 

Los resultados sobre los estudios en estas ciudades, que arrancaron en noviembre del año pasado, estarán listos en marzo y servirán para que las autoridades locales puedan tomar decisiones en la materia.

En diciembre de 2011, 24 Horas informó que se redujo la frecuencia con que ocurren las grandes inundaciones en el Sureste de México, al pasar de un promedio de 30 años a entre siete y tres años.

Este comportamiento hace prever que en dos años puede suceder en el sureste una nueva inundación afectando a las zonas de Tabasco, Yucatán, Chiapas, según el Instituto para el Desarrollo Sustentable de Mesoamérica (IDESMAC).

 

 

 El costo del cambio climático para México

 

Si el país quiere reducir los efectos del cambio climático se requieren programas para:

 

– Estabilizar en 450 partículas por millón (ppm) los gases de efecto invernadero para el 2050

 

– Evitar que en el centro del país y la península de Baja California la temperatura suba 2 grados Celsius dentro de 39 años

 

– Disminuir la vulnerabilidad del 48.2% del territorio nacional a los procesos de desertificación, efecto que se acentuaría en el norte y en las regiones densamente pobladas

 

– Evitar que el rendimiento del maíz en Sinaloa, principal productor del país, baje de 12 a 3 toneladas por hectárea hacia el año 2100

 

– Satisfacer la demanda de 15 mil millones de litros de agua diarios para el año 2030

 

FUENTES: Informe Stern y Semarnat