Aspirantes a dirigir al Partido de la Revolución Democrática (PRD) mostraron su  preocupación por la separación de las distintas corrientes que integran a este instituto político. El secretario del Trabajo del Distrito Federal, Carlos Navarrete Ruiz y el integrante de la Comisión Política Nacional del PRD, Carlos Sotelo García, coinciden que es unir al sol azteca es el principal reto de la renovación de la dirección nacional en abril de 2014.

 

Cuestionado por 24 HORAS sobre si su candidatura será para unir al PRD, actualmente liderado por Jesús Zambrano Grijalva, Navarrete Ruiz respondió que “hará el esfuerzo para que así sea”, sin embargo, advirtió que no pretende adelantar tiempos ya que faltan algunos meses para comenzar las campañas.

 

En la carrera por renovar la dirección nacional del PRD,  el ex senador de la República ha puesto en marcha una estrategia que consiste en visitar cada fin de semana al menos cuatro entidades, sin que esto interfiera con sus trabajos en su cargo dentro del gobierno del Distrito Federal.

 

“La intención es ir señalando a mis compañeros de partido que nos vayamos preparando todos, esa es la intención, no se trata de abrir una campaña formal  ni nada, no se trata de adelantar tiempos, solamente adelantar contactos y eso es lo que haré”, dijo.

 

Según el perredista, sus aspiraciones son convertirse en un candidato que sume consensos al interior del PRD, no solamente en la corriente que milita (Nueva Izquierda), sino con otras expresiones perredistas.

 

“Si logro ser el presidente del PRD, quiero serlo para todos los perredistas, no solo para los de una corriente y mis compañeros de izquierda lo saben. Si logro ser presidente del PRD no quiero que sea el triunfo de una corriente, quiero que sea un triunfo de los militantes y dirigentes del partido”, aseguró Navarrete quien inició su carrera política en Guanajuato, una de las entidades que el perredista ya ha visitado para captar adeptos.

 

Además de Guanajuato, el aspirante a la dirigencia nacional del Sol Azteca ha visitado Michoacán y también está en puerta la visita a Hidalgo, pero será en el Distrito Federal donde sostenga reuniones en los siguientes días.

 

Luego de hacer públicas sus aspiraciones para encabezar al PRD, Navarrete adelantó que en septiembre “cuando caminen las cosas veré en qué momento me separo del gobierno para dedicarle tiempo”.

 

Hay un autismo político en el PRD: Sotelo

 

Por su parte, Carlos Sotelo, que junto con Marcelo Ebrard y Carlos Navarrete se ha destapado para dirigir al PRD nacional, propuso la reconversión de “un partido hoy debilitado” en un instituto político social, fuerte y unificado para que las corrientes dejen de asfixiar al PRD.

 

El ex senador perredista asegura que las “malas” decisiones de Jesús Zambrano como actual dirigente nacional han llevado al Sol Azteca a un estado de “autismo” político.

 

“Desde el 2010 se han empeñado en aliarse una y otra vez con la derecha. Hasta ahora, el PRD ha viajado en el vagón de la esperanza, tengo la firme convicción que debemos abordar el vagón del triunfo en el 2018. Las alianzas con el PAN en que se han empeñado nuestros dirigentes ha sido una alianza de debilidades, y esas alianzas que nos ha debilitado, que nos ha desdibujado deben terminar”, aseveró.

 

El aspirante por la corriente Movimiento Patria Digna también lleva a cabo una gira para conseguir el apoyo de los perredistas en las entidades. En si visita  Tabasco, declaró: “Si seguimos en esta línea terminaremos siendo un partido que aspire a apoyar en vez de ganar: Ayer apoyaron a Calderón, hoy parece que lo hacen con Peña Nieto, y no es lo mismo un partido que apoye, a otro que gane. El PRD no debe terminar así, como el PANAL o el Verde, paleros del gobierno en turno”, señaló el también ex senador de la República”.

 

El principal reto para el perredista es que su partido recupere el carácter de opositor y alternativo frente a otras fuerzas políticas, además, según él, derrotar al aparato de control impuesto por las corrientes hegemónicas y lo intentará durante los próximos siete meses hasta que comience, en marzo, la renovación de la dirección del PRD.

 

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