Siempre les comento: una cosa es que llegue a tus manos un diario gratuito y otra que lo leas.

 

El futuro de los medios es tema de conversación desde hace años. Hace unos días volvió a tomar fuerza cuando Jeff Bezos anunció la compra de The Washington Post.

 

Tal vez por eso no dejo de recordar la charla que tuve hace poco con Jim Whitehurst, el CEO de Red Hat. La que sigue es parte de la conversación que sostuve con él en Boston, fragmentos que se quedaron en la libreta y en mi memoria, luego de una asignación de la revista Forbes:

 

--Ha estado diciendo durante los últimos días “Open or Die”, como si fuera su mantra. Me pregunto, qué pasa por su cabeza en este momento. Cuál es el ambiente que puede imaginar para los siguientes años, porque todo el mundo está hablando de abrirse, de lo abierto, de lo gratis, pero la gran pregunta es cómo monetizo mis ideas. Esto está pasando en el periodismo, en el diseño de juguetes, en las mueblerías, en todas partes. ¿Puede compartir algunas ideas para capitalizar nuestros conocimientos y así poder sobrevivir a este mundo?

 

--He hablado con un gran número de presidentes de universidades acerca de este problema. Porque el contenido ampliamente se vuelve abierto, y gratuito, dentro de poco no podrás vender contenido. La razón por la que he hablado con los directores de las escuelas es que obviamente el contenido de la educación se volverá gratuito, como la universidad.

 

Entonces Whitehurst habla del modelo de Red Hat.

 

Lo que hicieron básicamente es preguntarse qué es gratis de todo el software que estás utilizando en tu empresa. Si pones todo sobre la mesa, lo único gratis es la funcionalidad.

 

Todo lo demás se convierte en el modelo de negocios. El soporte, el ecosistema certificado, la definición de sus años de vida, la habilidad de crear rápidamente parches que directamente cumplan con tus necesidades, la habilidad de trabajar con alguien para darte una solución a la medida, y la lista es infinita. Y es más sofisticada que esto.

 

“Si piensas en una universidad, a pesar de que el contenido sea gratis, todavía está el proceso de admisión, con sus validaciones alrededor, que hacen que esta persona vaya a la escuela. Están las interacciones con otros estudiantes, incluso antes y después de clase. Están la pruebas para validar el progreso, para saber si alguien sí se aprendió el contenido. Está la graduación, que es la certificación de que la persona cumplió con el proceso de aprendizaje, etcétera, etcétera.”

 

Así que a pesar de que todo el contenido de una universidad sea gratis, se puede argumentar que las instituciones tienen más cosas que valen alrededor.

 

“Cualquier persona involucrada en el negocio del contenido, como el periodismo, la educación, software, necesita llegar con cuidado a desagregar los componentes del valor del sistema e imaginar cómo reconstruir todo si el contenido fuera gratuito”.

 

Otro gran ejemplo que tenemos frente a nostros desde hace mucho tiempo, recuerda, es el sistema legal.

 

“Muchos abogados hacen mucho dinero. Pero todo el contenido es gratis. Piensa en eso. En la mayoría de los países no te permiten patentar tus opiniones legales, y no vamos a permitir que eso pase porque en general todos queremos que la defensa sea justa. Es el sistema de justicia. Entonces, los abogados no pueden patentar, no pueden tener los derechos de autor, pero tenemos un sistema legal construido sobre firmas de abogados, abogados individuales, y estructuras que hacen el sistema legal rentable, a pesar de que todo el contenido es gratuito”.

 

RABBIT HOLE

 

  •     *** Las puertas del área de máxima seguridad de la prisión Turner Guilford Knight, en Miami, se abrieron. Hasta la fecha, incógnitas de lo que pasó. Se especula que un grupo de vendedores de droga quería matar a un rival, por la organización que demostraron al romperse los candados electrónicos de sus celdas. Este ataque de un supuesto hacker es investigado a fondo, pues demuestra que cualquier prisión puede ser vulnerada con los conocimientos correctos. Y ahora que se privatizan esos servicios, se habla de pocos responsables que den la cara cuando esto comience a suceder en países como México, pues el conocimiento de estos sistemas complejos, que se compran como si fuera kilos de ladrillos, está ausente en más de un funcionario de gobierno que lleva a cabo las licitaciones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *