Santiago.- La Fiscalía Metropolitana Sur pidió hoy la prisión preventiva contra el ex portavoz en Chile de los Legionarios de Cristo, el sacerdote John O’Reilly, acusado de “abuso sexual en carácter de reiterado”.

 

Las pruebas del caso fueron expuestas por el persecutor Matías Moya, quién presentó declaraciones de los padres de las presuntas víctimas, durante la formulación de cargos en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago.

 

La acusación contra O’Reilly es de abuso sexual en carácter de reiterado: el primero de ellos cometido entre 2007 y 2009, y el segundo entre 2010 y 2012.

 

El sacerdote que oficiaba de asesor espiritual del exclusivo Colegio Cumbres, de acuerdo a los antecedentes entregados por el fiscal, sacaba en recurrentes ocasiones a una de las menores, de inicial J., desde su sala de clases para llevarla a la capilla del establecimiento.

 

Según detalló Moya la menor, nacida en 2005, comenzó a tener conductas sexualizadas en 2010 y a demostrar agresividad hacia sus padres y mayores.

 

Lo anterior fue ratificado por la declaración que la madre de ésta hizo al Ministerio Público, donde indicaba que su hija le había comentado que el padre O’Reilly jugaba con ella a bajarle los pantalones.

 

Pero señalaba la niña “que -a veces- ella le ganaba por rapidez y lograba evitar que el sacerdote lo hiciera”, declaró la madre.

 

Desde el colegio, añade el testimonio expuesto por el fiscal Moya, le informaron a la madre que en varias ocasiones la niña llegaba tarde porque estaba con el padre, razón por la cual la madre comenzó a prohibirle que ésta fuese retirada de la sala de clases.

 

El caso salió a la luz pública en julio de 2012, cuando la familia de una alumna del colegio Cumbres presentó una denuncia contra él, en ese entonces asesor espiritual y capellán del establecimiento educacional.

 

O’Reilly llegó al país hace 20 años y su labor principal la realizaba en colegios instalados por los Legionarios de Cristo, sobre todo en los sectores más acomodados de la capital chilena, y entre empresarios y profesionales de alto nivel de ingreso.

 

Al llegar este martes al tribunal, John O’Reilly proclamó: “qué sea lo que Dios quiera”.