Cuenta la fábula que un día, en la China antigua, un monje y su aprendiz llegaron a un pueblo donde había una familia muy pobre. Cuando les preguntaron cómo subsistían, el padre contestó: “Tenemos una vaca que nos provee de todo lo que necesitamos. Nos da leche y queso que luego cambiamos por comida, y no necesitamos nada más”.
De noche, mientras todos dormían, el monje le dijo a su aprendiz: “Ve y tira la vaca por el barranco”. Sorprendido, el aprendiz contestó: “Pero… ¿cómo voy a hacer eso? La vaca es la base de todo su sustento…”.
Pero el monje sólo contestó con su silencio, y al aprendiz no le quedó más que obedecer.
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