HOUSTON. Personas en distintos lugares del mundo salieron a las calles el sábado para manifestarse a favor y en contra de un posible ataque encabezado por Estados Unidos en Siria, en momentos en que el presidente Barack Obama anunció que buscará la aprobación del Congreso para ese tipo de acción.
Obama dijo que Estados Unidos debe tomar medidas contra Siria para castigarla por lo que Washington cree fue un ataque químico letal lanzado por el presidente sirio Bashar Assad este mes, en el que murieron más de 1.400 personas. Sin embargo, Obama dijo que quiere que el Congreso debata y vote si se debe usar la fuerza, y ha dicho que cualquier posible ataque sería limitado.
En Houston, que tiene una gran población sirio-estadounidense, unas 100 personas se alinearon a ambos lados de una calle en un barrio de lujo para expresar opiniones opuestas sobre un posible ataque norteamericano.
“Queremos cualquier tipo de acción. El mundo se ha mantenido en silencio y ha pasado mucho tiempo. Algo hay que hacer”, dijo Tamer Barazi, un ingeniero civil de 23 años de edad que llevaba una bandera siria y un cartel que decía “Sirio-estadounidenses por la paz, la democracia y la libertad en Siria”.
De pie al otro lado de la calle en el calor sofocante de Houston estaban aquellos que se oponen a la intervención de Estados Unidos, y que superaban en número a los partidarios de una incursión. Algunos llevaban carteles que decían “no queremos la guerra de Obama” y “Manos Fuera de Siria”.
“¿Le gustaría que otro país decidiera quién va a ser el presidente de los Estados Unidos?” preguntó Hisam Saker, un administrador de propiedades sirio-estadounidense de 53 años que vive en Houston desde hace 33 años.
En Washington, mientras Obama se dirigió a la nación desde la casa Blanca, los manifestantes contra la guerra cantaban y agitaban pancartas fuera del edificio.
Al otro lado de la calle, sirios y sirio-estadounidenses que apoyan la intervención estadounidense ondeaban banderas de su país y gritaban para que derrocaran a Assad.