Los primeros nueve meses de la administración del presidente Enrique Peña Nieto sí marcaron un cambio cualitativo en torno al rubro de seguridad y justicia. Ese cambio es la prevención del delito. En su toma de posesión, este fue el primer punto y en el Informe de Gobierno se hace mención de ello. De hecho, es la primera vez que un mandatario habla de la prevención del delito. Este hecho es importante ya que se crea un vehículo para que la sociedad y los tres niveles de gobierno participen de manera activa para reducir la delincuencia y violencia en el país. Esto se ve justificado y respaldado con los 118 mil millones de pesos que se han asignado en este rubro, cifra inédita en materia de prevención del delito.

 

Otro punto importante es la creación de la Unidad Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas, que surge a partir del reclamo de los más de 26 mil familiares que desconocen el paradero de sus seres queridos. Esta iniciativa tendrá que dar frutos en el corto plazo, ya que ahora cuenta con facultades y un presupuesto; de lo contrario, un acierto del Presidente puede convertirse en un reclamo justificado.

 

También es cierto que existe una mayor colaboración entre las dependencias de seguridad y la Procuraduría. La colaboración se ha visto reflejada en una mejor operatividad, así como la integración más sólida de expedientes judiciales, ya que sin ésta los delincuentes salen libres. Lo que falta en este rubro es poder asignar los recursos de una manera más eficiente para tener una cobertura completa del país.

 

El siguiente paso en materia de coordinación debe incluir a las aduanas, puertos y aeropuertos, así como al Instituto de Migración, ya que una parte primordial del negocio del crimen organizado es el poder transportar mercancías ilegales por las fronteras y este punto, que ha sido un descuido del país por décadas, debe ser atendido.

 

Si revisamos el anexo estadístico del 1er Informe de Gobierno, vemos como el numero de elementos en la Secretaría de Marina y la Policía Federal son similares. Las dos dependencias cuentan con cerca de 54,000 empleados. Pero la calidad de personal y los resultados son totalmente distintos. Es por eso que se debe poner mucho énfasis en tener personal preparado.

 

Si hacemos la comparación entre la Sedena y la Marina, en el número de operaciones realizadas vemos que la Marina realiza un poco más de la mitad de operaciones que la Sedena, pero con una cuarta parte de su personal.

 

En el área de cooperación internacional todavía falta plantear la estrategia que seguirá México. La administración tendrá que establecer posturas muy concretas para decidir cómo se debe abordar y enfrentar al crimen organizado. Este debate va mucho más allá de legalizar o no la mariguana, el cual es un tema que se deberá discutir en los foros internacionales con argumentos más sofisticados que los que se plantean hoy en día. La pregunta medular es ¿cómo se combate a una organización transnacional y cuáles son los instrumentos jurídicos y de política pública para desarticularla?, porque los esfuerzos que se han hecho al día de hoy  son insuficientes. La trata, tráfico de armas, robos cibernéticos son temas en la agenda y que se deberán abordar el próximo año.

 

El primer año sí establece nuevas bases para enfrentar el delito al cambiar el discurso y el presupuesto de prevención. El siguiente paso se verá en el presupuesto asignado al 2014, a qué rubros la administración tendría que asignar un mayor monto de presupuesto para el fortalecimiento de las fronteras y a las tares de prevención.