La salida de Enrique Peña Nieto rumbo a San Petersburgo, Rusia -donde participará jueves y viernes próximos en la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20-, estaba programada para las 16:00 horas.
Vayan ustedes a saber si el cálculo de la hora de partida para esta gira del Presidente de la República tomó sólo en cuenta la hora de llegada al Aeropuerto Internacional de Púlkovo (hacia las 15:00 horas, tiempo local), o si también calcularon -prácticamente al minuto- lo que aquí sucedería.
Fuera como fuera, a lo largo del día, las cosas en el Distrito Federal se fueron desactivando.
Pasadita la una de la tarde, salió de la Secretaría de Gobernación la comisión de 14 maestros de la sección 22 de la CNTE, con sede en Oaxaca. Regresaban, dirían, a consultar con las bases los resultados de su reunión con el subsecretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda, y el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué.
A las tres y media de la tarde, las comisiones de Educación y Estudios Legislativos del Senado se reunían en la nueva sede para discutir la minuta enviada por la Cámara de Diputados sobre la Ley General del Servicio Profesional Docente. Esa que trae de cabeza a los mentores de la CNTE.
Tardaron un poco en congregarse los legisladores, pero en cosa de 32 minutos de sesión -según dejó constancia Mario Delgado en su twitter-, con los votos del PRI y del PAN lograron aprobar en lo general la minuta, tal y como se las envió la cámara de origen. (Sólo los perredistas votaron en contra).
El debate en lo particular -que se auguraba “muy intenso”, según avizoraba el panista Juan Carlos Romero Hiks- se dejaría para el pleno. Y esa sesión, según se dispuso para ello horas antes, se llevaría a cabo a las seis de la tarde. Así que estaban más que en tiempo. Los senadores podrían incluso ir a comer antes de retomar la discusión. Pasaban apenas de las cuatro de la tarde.
Que el Senado estaba blindado y sitiado por cerca de cinco mil maestros y así ni manera de echarse una torta fuera… ¡faltaba más! ¡Del cielo cayó un chaparrón! Los profesores corrieron aquí y allá en busca de refugio. Terminaron dispersándose y finalmente optaron por abandonar el sitio y regresar al Zócalo.
Eran las cuatro y media de la tarde. El TP 01 en el que viaja Peña Nieto hacia San Petersburgo recién acababa de despegar.
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Y QUE CONSTE QUE SOY QUISQUILLOSO.- Que los panistas -particularmente los corderistas- no pondrían grandes piedras en el camino para que se aprobara la nueva Ley del Servicio Profesional Docente, se trabajó, se planchó y se requeteque planchó.
Y si alguna duda cabía todavía en algunos, las declaraciones del senador Javier Lozano (corderista de hueso colorado) despejaron las últimas dudas:
Contó que la noche anterior, lo invitó el coordinador de la bancada, Jorge Luis Preciado, a incorporarse a un grupo de trabajo para ver el tema de la ley de educación y le pidió su opinión como abogado y como ex secretario del Trabajo. La revisó a fondo:
“Yo lo que les puedo decir -contó- es que encontré una buena minuta, una buena Ley General del Servicio Profesional Docente que, en mi opinión, en los términos en que nos ha sido enviada puede ser aprobada. ¡Y conste que yo soy de los más quisquillosos! para la revisión puntual de las minutas que nos envían de la Cámara de Diputados, y que soy de los que pide que no nos presionen”.
¿No fue descafeinada como declararon?
¡No! -alegaría Lozano-. Teníamos ese temor, que hubiera habido un franco retroceso, como se dijo. Yo ya la revisé ayer; no lo veo como tal.
A las seis de la tarde con diez minutos, el senador Raúl Cervantes haría sonar la campanilla para reanudar la sesión. Iniciaba la discusión de la Ley aunque “nadie ha leído aún la Ley”, apuntaría Manuel Bartlett.
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GEMAS: Regalito del diputado perredista Fernando Belauzarán: “Es muy fácil consecuentar mediocridad de la educación pública y quedar bien con la clientela cuando se tiene a los hijos en escuelas privadas”.
Obsequio tuitero cortesía de LA NETA, a propósito de la muerte de Pedro Ferriz Santa Cruz: “DON Pedro Ferriz, un Verdadero LOCUTOR con una gran Cultura General. No como ahora, puro peladito gritón y Vulgar. Descanse en Paz, un Señorón”
