El rescate del astillero de Hijos de J. Barreras a manos de Petróleos Mexicanos (Pemex) envía una señal de optimismo y confianza para la industria naval española, que una vive crisis y enfrenta una disputa de competencia, afirma Álvaro Platero, presidente de la asociación de los Pequeños y Medianos Astilleros, Sociedad en Reconversión (Pymar).
“En medio de la situación actual, la entrada de Pemex en Hijos de J. Barreras le otorgar una mayor tranquilidad para afrontar las dificultades actuales, así como traslada optimismo y de futuro favorecerá la recuperación de la confianza de los inversionistas en el sector naval español”, dice el representante a 24 HORAS.
En un prospecto de colocación enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la paraestatal reconoce que firmó con Hijos de J. Barreras una carta de intención para obtener información y evaluar la compra de barcos, una adquisición sujeta a autorización.
El documento presentado el 28 de agosto explica que el objetivo del acuerdo es la transferencia de tecnología marítima especializada para que en el futuro se continúe con la renovación de la flota.
También, recuerda que firmó un acuerdo con la Secretaría de Marina (Semar) para construir 25 embarcaciones para las operaciones de Pemex Refinación.
Sin embargo, ya no se dan más detalles de su entrada a Hijos de J. Barreras, así como de la adquisición de dos floteles a los astilleros gallegos.
“La entrada de Pemex en Hijos de J. Barreras es una magnífica noticia para el sector”, recuerda el encargado del organismo con fuerte presencia en regiones como Asturias, Galicia, País Vasco, Cantabria, Baleares y Canarias.
Este medio informó que Galicia vivió un día de fiesta el 2 de mayo de 2013, porque la alegría regresó a los astilleros, en donde cientos de trabajadores veían cómo las promesas que les hizo la vieja directiva de Pemex y el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, emergían de las profundidades.
Llevaban 22 meses sin trabajar, su futuro dependía de Pemex, quien les encargó dos hoteles flotantes, pero no tenía autorización para concretar el convenio.
Además, el cambio de gobierno dejó en la incertidumbre las promesas que les hizo la administración del presidente Felipe Calderón y del ex director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, quien incluso negó los acuerdos a los que habían llegado en el puerto de Galicia, luego de que este diario revelara las negociaciones.
Pero la madrugada del 2 de mayo Pemex confirmó que firmó una carta de intención para comprar 51% de las acciones de J. Barreras.
Como informó este diario, esto es parte del acuerdo que alcanzó Enrique Peña Nieto, presidente de México, con las autoridades de Galicia.
El trato implica comprar dos floteles a los astilleros de esa región de España y rescatar a la empresa, sumida en fuertes problemas financieros por la falta de pedidos importantes desde hace años.
“De momento desconozco si hay algún otro mexicano interesado en comprar un astillero español, ya que cada empresa diseña su propia hoja de ruta en función de sus circunstancias particulares, sus expectativas y su realidad concreta”, señala el dirigente de los 19 astilleros privados más importantes de España.
Los pedidos realizados a los astilleros gallegos, especialmente a Navantia y Barreras, no están en riesgo, luego de que la Comisión Europea de Competencia obligó a los inversionistas o compradores de buques a regresar ayudas entre 2007 a 2011, señala Álvaro Platero.
“Lo primordial para los astilleros españoles es resolver todo el proceso actual con la mayor celeridad y recuperar la confianza de los inversionistas para operar con normalidad lo antes posible”, manifiesta el dueño de la segunda productora de leche en Asturias.
Para grandes empresas como Pemex es de vital importancia que los astilleros aporten a sus construcciones un valor diferencial en materia de innovación y tecnología, lo cual permite competir y entregas de calidad, señala el representante de Pymar.
Con la resolución emitida por la Comisión Europea (CE), los astilleros no devolverán las ayudas, sino los inversionistas que han participado en las operaciones de compra de buques entre 2007 y 2011, cuenta el empresario.
“La Comisión Europea ha trasladado al gobierno español la responsabilidad de establecer qué operaciones se ven afectadas, así como la cuantía a devolver y los plazos para hacerlo”, dice.
“Es evidente que, pese a lo que haya dicho el comisario Joaquín Almunia, continuamos en una situación de riesgo, aunque creemos que los inversionistas recuperarán la confianza, en la medida en que ahora disponemos de un sistema de tax lease que cuenta con la bendición de las autoridades españolas y europeas”, expuso Platero.
El empresario recuerda que España aportó argumentos suficientes para demostrar que el sector actuó en todo momento en un marco de confianza legítima y seguridad jurídica, avalado incluso por una carta de la anterior Comisaria Europea de la Competencia, Neelie Kroes, en la que aseguraba que el sistema de tax lease español se ajustaba a la legislación europea y que no quebrantaba los principios de competencia establecidos.
“Cualquier devolución, afecte a quien afecte, es absolutamente injusta, discriminatoria en relación al trato que la Comisión le otorgó a Francia y hace un enorme daño al sector naval español”, manifiesta.
“Desde que la comisión abrió el expediente al sistema español de tax lease, no se ha cerrado ningún contrato importante. Algunos astilleros desaparecieron en este período y muchos otros han tenido que recurrir al concurso de acreedores, a expedientes de regulación de empleo”, señala Platero.
El presidente de Pymar agrega que las gradas se han quedado vacías y sólo algunos contratos menores, de barcos de poca envergadura, han permitido mantener una cierta actividad en algunas factorías.