Acapulco, Gro.- En lo que se considera será un choque armado inminente, cientos de lugareños de la región de Tlacotepec se aprestan a enfrentar a un gran comando responsable de secuestros, homicidios, incendios de viviendas y desplazamientos en la región de la Sierra Madre del Sur, confirmaron distintas fuentes consultadas.
La información recabada por 24 HORAS señala que la semana pasada, entre el 3 y 4 de septiembre, ocurrió un primer enfrentamiento entre pobladores y el grupo que podría ser de la Familia Michoacana o del ahora llamado Caballeros Templarios, lo que provocó cuatro muertos al grupo armado y un herido a los pobladores y defensores de los desplazados, pero la información no fue difundida.
Un día después, el 5 de septiembre, en la comunidad de Tepehuajes, el comando se topó con una columna del Ejército, que los persiguió a través del monte, pero se desconoce lo que haya pasado después, abundaron los entrevistados y no se proporcionó información oficial.
Esos habitantes, que alcanzarían los 300 y se concentran en la cabecera del municipio de Heliodoro Castillo, desde los últimos días de agosto, se organizaron para enfrentar por cuenta propia a esa organización criminal, que se mueve por la parte alta de los municipios de Ajuchitlán del Progreso, San Miguel Totolapan y Tlacotepec, de donde han expulsado a más de un millar de personas que han debido refugiarse en las cabeceras municipales o inclusive en la ciudad capital, Chilpancingo.
“Es cosa de días para que se traben a balazos los dos grupos, el que se encuentra refugiado en Tlacotepec, defendiendo a las familias, y el grupo de delincuentes que al parecer pertenece a la Familia Michoacana”, dijo uno de los pobladores que pidió mantener su identidad en el anonimato.
La situación que se vive en la sierra, relataron distintas personas, es de mucha tensión. “En cuanto ocurra (en enfrentamiento), va a ser una matanza grande entre puros civiles”, advirtió en entrevista otro poblador quien, junto con otras familias, se tuvo que refugiar en el puerto de Acapulco.
En toda esta zona, las autoridades y los pobladores identifican la presencia de Los Templarios, quienes pretenderían apoderarse de las tierras para cultivar marihuana y amapola, y han recibido el apoyo de ex guerrilleros. En esas regiones en los que han obligado a las comunidades a desplazarse, también se ubican importantes yacimientos mineros.
Los Pintos
Otro de los pobladores de la Sierra, quien también pidió reservar su identidad, precisó que entre 200 y 300 hombres se han organizado para enfrentar al comando de quienes ya fueron identificados entre la gente de la zona como Los Pintos, porque visten uniforme de camuflaje.
Un habitante más los describió: “son como 80 hombres, vestidos como si fueran a la guerra, con fusiles AK-47 y AR-15, que cuentan con lanza granadas y lanzacohetes, por lo cual es difícil hacerles frente. Son fuereños que llevan como guías a tres jóvenes de la familia Sánchez Martínez, originarios de Huerta Vieja”.
Relataron que en un enfrentamiento ocurrido en el poblado de Las Parotas, municipio de Tlacotepec, el pasado día 3 de septiembre, utilizaron un lanzacohete que devastó una vivienda y obligó a huir a sus moradores, que llevaban dos días resistiendo a balazos.
Secuestros y ataques
Estos últimos ataques cometidos por el grupo armado en los poblados de Tlacotepec, provocaron un nuevo desplazamiento de aproximadamente 300 personas, que se han refugiado en la cabecera municipal, mientras otros han bajado a Chilpancingo, coincidieron los entrevistados.
A la fecha, agregaron, más de un millar de personas han huido de esos poblados, la misma gente que había salido a fines de agosto pero que regresó porque el gobierno les dijo que mandaría seguridad.
Según la información disponible, entre el 3 y el 5 de septiembre Los Pintos han asesinado a unas diez personas y secuestrado a dos muchachas a las que se llevaron con rumbo desconocido.
El día 3 incursionaron en el poblado conocido como El Órgano, donde asesinaron a Crispín Brito Carrillo, Sergio Ocampo Basave y su hermano al que sólo conocen como El Licho, a quienes ultimaron a balazos y posteriormente prendieron fuego.
Los calcinaron, relató un anciano, quien agregó que de Tetela del Río se llevaron a otros cuatro jóvenes con dirección a San Pedro Pezuapa. Más tarde, el padre de uno de ellos, de nombre Salomón Estrada Alonso, se trasladó en seguimiento del grupo armado para pedir por la vida de su hijo, pero tampoco regresó.
En total, dijo, son seis las personas que se llevaron rumbo a San Pedro Pezuapa, de las cuales ya no se supo nada.
El día 4 de Ixtayotla se llevaron a otros dos muchachos y en Las Parotas secuestraron a otros dos hombres, de los cuales tampoco se ha sabido nada.
Es en este pueblo, Las Parotas, donde los días 3 y 4 algunas familias resistieron a balazos, hasta que el grupo armado lanzó un ataque con lanzacohete, lo que provocó la destrucción total de una vivienda.
Para el día 5, el grupo agresor incursionó en Los Tepehuajes, donde se topó con una columna del 50 Batallón de Infantería, que los persiguió a través de la sierra con rumbo desconocido.
La zona de conflicto es la misma de donde salieron, en agosto pasado, un millar de personas desplazadas: Tepehuajes, El Órgano, Los Ocotes, Los Ranchos, Ixtayotla, Las Parotas y Huautla, entre otras comunidades.
De hecho, dijeron las fuentes, ese mismo millar de personas volvió a huir de las comunidades porque es imposible vivir ahí.
Quieren cárteles apoderarse de sembradíos
El choque entre formas tradicionales de producción y organización contra una economía criminal boyante es la causa fundamental de los desplazamientos internos por la violencia en Guerrero, escenario que se podría recrudecer en corto plazo, advirtió el sociólogo Raúl Fernández Gómez.
El especialista en movimientos sociales en Guerrero precisó que esa economía criminal, que se actualiza constantemente de acuerdo con las exigencias del mercado, necesita más territorio para satisfacer los requerimientos de la mercancía-droga, razón por la cual ha expulsado de las zonas de producción a las comunidades tradicionales empobrecidas que constituyen un estorbo para esos propósitos.
Fernández Gómez, director del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA) de la Universidad Autónoma de Guerrero, advirtió que además de lo preciado de las tierras para cultivo de drogas, hay un cinturón de oro por explotar en minería, que recorre la parte central del estado, con gran potencial y que podría interesar a los cárteles que se disputan el territorio.
“Frente a esa economía criminal pujante, tenemos en Guerrero a una economía intermedia en declive, así como una economía tradicional empobrecida porque no hay fuentes de empleos ni recursos para la producción primaria”, abundó.
En ese sentido, advirtió que el Estado mexicano no puede retirarse ante una situación tan difícil que se vive en Guerrero, porque lo más probable es esta situación se profundice con consecuencias impredecibles.
DATO
Recuperaron su libertad 19 de los 32 de los integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de San Luis Acatlán, detenidos por las fuerzas federales y estatales en la zona de La Montaña.