SANTIAGO. Cerca de mil personas se tendieron ayer en el suelo de la principal avenida de Santiago de Chile para “hacer visibles” a los detenidos desaparecidos ante quienes ignoran los abusos a los derechos humanos cometidos por la dictadura de Augusto Pinochet.

 

La dictadura dejó un saldo oficial de 40 mil 18 víctimas, 3 mil 95 asesinadas por agentes represivos. De los muertos, aún están desaparecidos un millar que fueron lanzados a fosas clandestinas.

 

El acto denominado “QuererNOver”, fue convocado y protagonizado por artistas y voluntarios que formaron una cadena de cuerpos humanos tendidos en un tramo de la Alameda Bernardo O’Higgins, ubicada frente al Palacio de la Moneda, a lo largo de varias cuadras con motivo de la conmemoración de los 40 años del golpe que Pinochet encabezó el 11 de septiembre de 1973.

 

Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, en una ceremonia religiosa en el Palacio de Gobierno recordó la sublevación militar que dio paso a una dictadura que asesinó, desapareció y torturó a miles de chilenos simpatizantes de la izquierda.

 

Pidió “superar los traumas” y “no traspasar a nuestros hijos y nietos los mismos odios y querellas”.

 

“Llegó la hora de la reconciliación entre todos los chilenos”, dijo.