La Castración(Dir. Iván Löwenberg)

 

Lourdes es una chica que a su joven edad -veinticuatro años- tiene demasiadas responsabilidades: lo mismo se hace cargo de su padre enfermo, lleva el sustento a la casa (trabaja en una empresa de casting), le cuida el bebé a la vecina o incluso hace medio turno en la chamba cuando alguna de sus amigas no llega a trabajar; todo ello sin drama, siempre afable y con una gran sonrisa.

 

Siempre buscando servir a los demás, Lourdes (la admirable debutante Victoria Santaella) ha dejado atrás su propia vida. En pleno despertar sexual, calma sus impulsos en sesiones onanísticas vía una webcam por internet, donde a veces se muestra a su amigo por chat. Casi no sale a fiestas ni socializa, mitad por su timidez, mitad porque no puede ausentarse en las noches debido a la condición delicada de su padre.

 

Afortunadamente Laura cuenta con una mejor amiga, la desparpajada y hablantina Victoria (sensacional Keyla Wood) quien siempre intenta sacarla de la rutina, aunque al final la propia Laura termine cuidándole la borrachera a la amiga (una responsabilidad más, por si fuera poco).

 

Con un presupuesto ínfimo (poco más de 450 mil pesos), filmada en locaciones y con una producción modesta pero nunca pobre, esta ópera prima escrita y dirigida por Iván Löwenberg es un triunfo de la sencillez. El director elude (en una decisión tan agradecible como inteligente) todo viso de tremendismo, tragedia o tristeza. Lourdes -sin llegar a los extremos de una Poppy en Happy Go Lucky (Mike Leigh, 2008)- se mantiene siempre optimista ante su situación de vida; incluso aún cuando las cosas se complican al regreso de su madre, ausente por años y que ahora se presenta en su casa como si nada hubiera pasado.

 

La puesta en imágenes es claustrofóbica, Laura y su reunificada familia viven en un departamento cuyos espacios no sólo son estrechos sino que además se componen de paredes que se antojan casi de papel: cuando Laura intenta hablar con su madre, se escuchan de fondo los gemidos de la vecina que se divierte con el novio. Esta decisión en cuanto a escenario resulta contraproducente para Löweberg quien, como puede y cuando puede, maneja su cámara de formas interesantes, dando la impresión de que esta misma flotara u ocupase un lugar entre las paredes.

 

Pero es la debutante, Victoria Santaella, la que hace de esta cinta un pequeño filme para recordar. De la mano de Keyla Wood, ambas se apoderan por completo de toda la película en una sencilla pero muy bien montada plática, filmada a plano secuencia, donde las amigas tienen uno de los momentos más agradables e hilarantes de todo el filme y probablemente uno de los mejores momentos del cine mexicano en lo que va del año.

 

Nota: La Castración puede verse en la Cineteca Nacional y en videoclubes. Consultar cartelera.

 

La Castración (Dir. Iván Löwenberg)

3 de 5 estrellas.

 

Con: Victoria Santaella, Keyla Wood, entre otros.