Considerado Patrimonio Nacional, el Polyforum Cultural Siqueiros, espacio que alberga la obra del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros (1896-1974), cerrará sus puertas el próximo 30 de noviembre, a fin de ser sometido a un proceso de restauración integral.
Fuentes cercanas al espacio cultural confirmaron que los todos los murales del edificio en forma de dodecaedro por fuera y de octaedro por dentro, recibirán trabajos de carácter urgente, los cuales se extenderán por varios meses.
Será esta la primera vez que el Polyforum, construido ex profeso para albergar los murales del llamado “Coronelazo”, cerrará sus puertas para rehabilitar las 12 obras que se encuentran en su exterior, así como “La marcha de la humanidad”, el mural más grande del mundo, con ocho mil 700 metros cuadrados de pintura.
“El liderato”, “El árbol seco y el árbol renacido”, “El circo”, “Alto a la agresión”, “Moisés rompe las tablas de la ley”, “El cristo líder”, “La danza”, “La huida”, “Invierno y verano”, “El mestizaje”, “La música” y “El átomo”, son los murales que se ubican al exterior del recinto cultural y cada uno de ellos guarda un significado de gran simbolismo filosófico relacionado con la lectura del mural interior.
De acuerdo con la fuente, se tiene previsto que los trabajos arranquen en enero de 2014, en coordinación con restauradores del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Antes de la restauración, el recinto recibirá trabajos de valoración a “detalle” de cada uno de los murales, por lo que las puertas del espacio permanecerán cerradas a partir del 30 de noviembre próximo.
Es de mencionar que en 1995 sólo se restauraron cuatro de los paneles del exterior, desde entonces y a la fecha no se ha realizado ningún tipo de trabajo al respecto.
La obra más importante de David Alfaro Siqueiros, concebida y madurada en la soledad del cautiverio del que fue objeto a principios de los años 60, presenta un grave deterioro.
Las casi 192 placas o tableros de asbesto-cemento con aplicaciones metálicas y de pintura acrílica, que se ubican en su exterior, se observan bastante dañadas y, en algunos casos, carcomidas por factores ambientales.
Con telarañas, nidos de aves en zonas externas, pedazos de papel mojado, rastros de óxido y pintura descarapelandose, es como se aprecian los paneles del recinto.
En 1960, Manuel Suárez y Suárez propuso a Siqueiros la construcción del Hotel Casino de la Selva en Cuernavaca. Sin embargo, al ser encarcelado Siqueiros, el proyecto se pospuso; fue hasta 1964 que se cambió el proyecto a una Capilla pintada por murales de Siqueiros, mucho más grande que la Capilla Sixtina.
En 1966 se decidió cambiar la ubicación del proyecto a la Ciudad de México, como parte del complejo del entonces Hotel de México, hoy World Trade Center.
Manuel Suárez y Suárez invitó a Siqueiros a diseñar y decorar el edificio. El connotado muralista ideó una estructura en forma de dodecaedro por fuera y de octaedro por dentro, pintando murales en el exterior e interior.
Instalado en terrenos de lo que fuera el parque de la Lama, el espacio fue obra de los arquitectos Joaquín Álvarez Ordoñez, Guillermo Rossell de la Lama y Ramón Miquelajáuregui.