Ante la propuesta del Partido Acción Nacional para regular las marchas en el Distrito Federal, el grupo parlamentario del PRD en la Asamblea Legislativa rechazó tajantemente cualquier tipo de reglamentación para manifestaciones, debido a que las movilizaciones constituyen una herramienta de democracia participativa.

 

El diputado  Alejandro Ojeda acusó que la intención del PAN de legislar las manifestaciones es una actitud fascista que pretende limitar las movilizaciones, así como evitar que se ejerzan derechos y garantías individuales depositadas en la Constitución.

 

Criticó que los argumentos planteados por el PAN y el PRI pretenden limitar las acciones ciudadanas, que funcionan como un mecanismo de reclamo en contra de las iniciativas y leyes federales que atentan sobre los intereses nacionales.

 

El legislador local explicó que a través de las marchas y movilizaciones están representados los derechos humanos como la libre reunión, contemplado en el artículo 9 de la Constitución y el derecho a la libre expresión, en el artículo sexto constitucional.

 

Justificó que, según el artículo noveno de la Carta Magna, está prohibido coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito. “No se considerará ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una protesta por algún acto, a una autoridad”, puntualizó.

 

Apuntó que lo que pretende Acción Nacional es contraponer el artículo 6 con el artículo 11 Constitucional, siendo este último el que garantiza el libre tránsito y señaló que la oposición desconoce el contenido de los derechos constitucionales, pues ambas normas no se contraponen en virtud de que protegen ámbitos completamente distintos.

 

El perredista argumentó que, según una encuesta de la consultoría Parametría, el 70 por ciento de los mexicanos justifican las marchas como una forma de expresión pública ante la falta de diálogo de las autoridades para resolver los problemas del país, y agregó que el 80 por ciento de las movilizaciones en la Ciudad de México se originan en otros estados.