SIRIA. El ministro de Asuntos Exteriores sirio, Walid Al Mualem, aseguró ante el pleno de la Asamblea General de la ONU que su gobierno acepta acudir a una conferencia de paz en Ginebra “sin precondiciones” para resolver la “guerra contra el terrorismo” en su país y una vez que cesen todas las hostilidades. Afirmó que cualquier solución política, en vista del continuo apoyo al terrorismo, ya sea supliendo armas, financiando o entrenando, “es una mera ilusión y equívoco”, dijo el canciller.

 

Al Mualem afirmó que lo que ocurre en su país “no es una guerra civil sino una guerra contra el terrorismo” en la que está involucrada la red terrorista Al-Qaeda, acusó a EU de impedir que expertos de la ONU investigaran quién utilizó las armas químicas.

 

“Siria ha dicho varias veces que apoya una solución política a la crisis, ahora le toca a quienes dicen apoyarla también que cesen las hostilidades”, dijo el ministro, quien añadió que su país rechazará cualquier intento de interferencia exterior y derrotará a los “partidarios del sectarismo, el extremismo y el terrorismo”.

 

“A nosotros nos atacaron con gases venenosos en Jan Al Asal, cerca de Alepo. Nosotros pedimos a la misión de expertos que incluyera en su mandato determinar quién usó las armas, pero EU y sus aliados, Francia y Reino Unido, lo impidieron, e incluso limitaron sus funciones”, dijo el ministro.

 

Esto ocurre el mismo día que tres proyectiles de mortero detonaron en la capital siria de Damasco, uno de ellos cerca de la embajada de China, según informó la agencia estatal de noticias. La granada cayó a unos 100 metros de la embajada, incendiando dos vehículos y dañando otros. El lugar también está cerca del Centro Cultural Estadunidense, que cerró dos años. Las detonaciones del lunes ocurren después de que fueran lanzadas granadas a misiones de Irak y Rusia en Damasco.