MADRID. Un artefacto casero estalló al interior de la basílica de Santa María del Pilar en Zaragoza, uno de los templos católicos más visitados de España, sin que se registrasen víctimas mortales.
La bomba, definida como de “baja intensidad”, era una pequeña garrafa de gas que detonó cuando la iglesia estaba abierta al público. No hubo heridos graves, aunque sí pequeños daños materiales en algunos bancos y paredes de la nave central.
Ningún grupo reivindicó la colocación del explosivo, pero la policía apuntó a grupos anarquistas de izquierda como posibles responsables del ataque.
“El que haya sido lo que busca es generar alarma e intranquilidad en la población”, dijo el delegado del gobierno en la región de Aragón, Gustavo Alcalde, en rueda de prensa.
“Lo principal es ser muy prudentes y dejar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que hagan su trabajo y que sigan las distintas líneas de investigación que pueda haber sobre la mesa”, agregó.
En febrero la policía desactivó un artefacto de similares características en la catedral de La Almudena de Madrid, que fue atribuido a una pequeña célula anarquista.
La policía mantuvo acordonada la plaza que rodea la Iglesia durante varias horas hasta dar por superada la amenaza.
El incidente se produjo tres días antes del inicio de las fiestas mayores de Zaragoza, al nordeste del país, en honor a la virgen del Pilar, cuya festividad se celebra el 12 de octubre en el calendario católico. (AP)