FundHepa, una maravillosa historia creada por don Antonio Ariza Cañadilla y David Kershenobich

 

FundHepa es una organización sin fines de lucro creada en 1998 para promover la salud hepática en México y revertir el avance de las enfermedades del hígado. A lo largo de 15 años, esta institución ha generado conciencia acerca de las enfermedades hepáticas, los factores de riesgo, diagnóstico y tratamientos oportunos. Esta idea y proyecto fue gracias a la visión de don Antonio Ariza Cañadilla (qepd)y del doctor David Kershenobich (toda una autoridad en el ramo de la patología; ha controlado muchos casos de hepatitits C y cirrosis, entre otras enfermedades hepáticas; hoy, él es director General de Nutrición), quienes tuvieron la inquietud de crear una fundación que se dedicara a la educación, vacunación, investigación y orientación sobre las enfermedades hepáticas.

 

La Fundación está celebrando sus primeros quince años de compartir ideas, retos y aprendizaje, con espíritu de servicio, creatividad entrega y generosidad para mejorar la calidad de vida de la sociedad mexicana. La misión continúa a lado del mismo doctor Kershenobich, Antonio Ariza Alduncin, Luz María Aguilar, Lucía Brown y todo un equipo que forma parte de la organización, además de coordinadores y socios activos.      Esta celebración, como cada año, se hizo con la ya tradicional cena anual en el Club de Industriales a la que asistieron Rafael Sámano, Genaro y Lorenza Borrego; Almudena Ariza; Adolfo Autrey, Paloma Muñoz-Seca Ariza, Pilar Ariza, Gastón Villegas, Ana Joaquina Morales, Ricardo Pandal. José Antonio Morales, Patricia Pandal, León y Raquel Bessudo; Pilar Vázquez, Jorge Fernández Fons, Adolfo y Mariana Quiroz y Gloria Kershenobich, entre otros.    La Fundación Mexicana para la Salud Hepática ha logrado crear conciencia sobre la importancia del hígado, revertir el avance de enfermedades hepáticas, estimular la donación de órganos, difundir el trasplante hepático e impulsar la cultura de la vacunación contra hepatitis A y B, entre muchos otros logros. Y hasta la próxima, ¡abur!

 

LOS MEJORES RESTAURANTES

 

SUNTORY DEL VALLE

 

Un icono de la alta cocina japonesa en México, desde hace 40 años. Su influencia se mantiene vigente, con un gran sabor que se produce gracias a los finos ingredientes, cuidadosamente seleccionados, que se utilizan en cada uno de sus platillos. Ahí, abunda la pasión, el estilo y la tradición. Se han especializado en el arte del buen servir y de la atención personalizada, además han logrado crear una elegante atmósfera: barra de sushi, piano bar, servicio de banquetes y un bello jardín en cada uno de los Suntory que usted visita.

 

Con estos atributos, cientos de empresarios, políticos y gente del mundo cultural, se reúnen para disfrutar (hablo del estímulo visual, del color, aroma y sabor) de platillos como la brocheta de pollo con cebollín, almeja a la mantequilla, ebishinjyo de cangrejo de Alaska frito, dobin mushi, mini dragon roll, foie gras teriyaki, espárragos con carne de res, camarones con carne de res, kushiague mixto, tempura de verduras, ensalada kanikama y chawan mushi. No puede faltar el sashimi tradicional, corte fino y la especialidad Suntory: langosta viva. Tienen una excelente cava de vinos seleccionados por el sommelier. El personal del restaurante me sugirió algunas pastas y arroces: mini nabeyaki udon, yakisoba, yakimeshi, gohan; y de postre probé la gelatina de Midori con nieve de limón.

 

Grandes anécdotas tengo de este restaurante después de llevar durante 10 años su imagen pública. Personajes como Grace Jones, los Sitton, Rivero-Lake, etcétera, se pasearon por el Suntory que se encuentra en Torres Adalid No. 14, Del Valle, 55369432.

 

RESORTS DEL MUNDO

 

The Milennium Biltmore, icono de Los Ángeles

 

Creo que contemplar las grandes ciudades, como Los Ángeles, California, ver a la  gente que va y viene por sus calles, la aglomeración del tráfico, siempre resulta interesante. Darse cuenta que la ciudad está constituida de su propia historia, plasmada en sus grandes construcciones, tiendas comerciales, hoteles, spas, bulevares chics (léase: Rodeo Drive), centros de operaciones de grandes empresas, etcétera, no nos queda más que admirar ese tiempo tan valioso que ha sido utilizado por su habitantes, a lo largo de los años, para darle la imagen que tiene esta ciudad.

 

Cada vez que regreso a este magnífico lugar, me encuentro que no puedo dejar a un lado la necesidad de conocer algo nuevo -aunque ya tenga un siglo de existencia--, y me refiero a una de las estupendas construcciones que sobreviven al paso del tiempo: The Milennium Biltmore Hotel, icono de Los Ángeles. Es histórico, porque en el año de 1921, la Central Investment Corporation impulsó la ambiciosa construcción del gran hotel y apostaron por el éxito del proyecto. En 1922, los arquitectos Schultze y Weaver fueron elegidos por el empresario hotelero John McEntee Bowman, para concluir el diseño e iniciar con las excavaciones. El edificio se terminó de construir en un tiempo record, en 18 meses, con un costo de 10 millones de dólares.

 

Finalmente, el primer día del mes de octubre de 1923, el hotel abrió sus puertas y fue considerado como uno de las más grandes de Estados Unidos, con aproximadamente mil habitaciones; más de 3 mil invitados atendieron la noche de gala durante la celebración del opening, con una cena-baile formal. Entre cientos de anécdotas, menciono la que vivió Ronald Reagan, en 1981, cuando fue agasajado con un almuerzo de despedida en Hotel Biltmore, antes de mudarse a la Casa Blanca como presidente de Estados Unidos. Y, en 1984, el hotel fue base de operaciones del Comité Olímpico Internacional durante los juegos de verano, además El Biltmore ha sido la casa de los presidentes, reyes y famosos de Hollywood, desde su apertura en 1923.  Y hasta la próxima, ¡abur!

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *