La autora de Apenas Marta y de Los Perros muchas veces ha pensado que Dios le habla a través del playlist de su iPod, cuando lo pone en random.

“Dices: por qué sale esta canción, y empiezas a hacer conjeturas. Pero con los libros también, estás buscando un libro y de repente agarras el otro que estaba al lado porque te llamó la atención, y tienes referencia a otro, entonces te vas haciendo tu universo a través de la lectura, a través de los libros”, cuenta en entrevista en una librería de la Ciudad de México.

 

“El libro tiene pies, el libro llega a su tiempo, en su momento. No se trata de una cuestión de marketing ni de tener el libro muy adelante en los estantes de la librería. Digo, esas cosas pueden ayudar, pero los libros trascienden de otra forma”.

 

Lorea Canales creció en Monterrey. Se identificaba con los outsiders. Se acuerda del concierto de Front 242 en el Kokoloco y le sorprende que ahora muchos se digan seguidores de Nick Cave en México.

 

Hoy vive en Nueva York y por medio de Spotify sigue la música de avanzada. Igual que tiene a la mano las mejores librerías. Cita a decenas de autores y libros devorados recientemente.

 

“Yo siempre fui lectora, desde niña, recuerdo la lectura y el deseo por escribir desde mi más temprana edad, además tengo diarios, desde los 7 años me creo que voy a ser escritora. En ese entonces era algo secreto, pero yo me lo tomaba muy en serio”.

 

Estudió Derecho, con un ojo en la literatura.

 

“Una de mis grandes decepciones de conmigo misma fue conocer a Carlos Fuentes y, cuando lo estaba entrevistando, yo siempre siendo lectora, me voltea a ver y me pregunta: ¿y ahora que estás leyendo? Y no le pude responder, porque efectivamente en ese momento sí estaba leyendo, sólo que eran opiniones de la Suprema Corte de Justicia Americana y le dije casos, y arruiné cualquier chance de tener amistad con él”.

 

También se involucró en periódicos y revistas, esa era su forma de comenzar a recibir dinero por lo que escribía.

 

Con los libros, dice que es imposible ganar lo suficiente para vivir, a menos que seas Dan Brown.

 

“Las mejores escrituras son muy de vanguardia, entonces toman mucho tiempo en ser aceptadas por un público, entonces al principio no hay público, literalmente no existe, no vas a tener lectores. Y entre más vanguardista seas, menos”.

 

Estos son otros fragmentos de la charla con la escritora mexicana:

 

–¿Cuál es tu mayor temor?

 

–Antes me daba miedo la soledad pero ya no. Creo que mis temores cambian. Me acuerdo una vez que me dijeron en muy test psicológico: qué sientes si ves venir una ola verde, y yo contesté la primera vez: ¡uy, pues yo me sentiría chiquitita, pequeñita, abrumada por esta ola verde que ya va a acabar conmigo! Y después lo volví a pensar y dije no, me sentiría maravillada, al ver esa ola verde, sin importar si me muero o no. No pensaría en eso, pensaría en lo magnífico de esa ola verde. Entonces yo creo que los miedos van cambiando, ahorita mi mayor miedo neto, neto es que algo malo le pase a mis hijas, sin duda.

 

–¿El principal rasgo de su carácter?

 

–Es la alegría, mi abuelita me decía que soy un cascabelito.

 

–¿Cuál es esa como cualidad que prefiere en los hombres?

 

–Que sepan comer bien (risas) en un buen restaurante, que les guste.

 

–¿Cuál es esa cualidad que prefiere en las mujeres?

 

–La lealtad y la sinceridad, la apertura.

 

–¿Y lo que aprecia más en sus amigos?

 

–Ay, cielos, los quiero, todo ello, todo, es una, adoro a mis amigos, son la cosa más importante de mi vida. Su existencia, tener amigos.

 

–¿Tu principal defecto?

 

–Un poco… hacer las cosas al aise va. Ser medio valemadrista.

 

–¿Y su idea de la felicidad completa?

 

–No, que no existe.

 

–Si no fuera usted misma, ¿quién le gustaría ser?

 

–Casi preferiría ser cualquier cosa que mi misma, preferiría ser todos. Creo que eso es lo que logras a través de la novela y Susan Sontag lo decía, me permite ser jardinero, pintor, o sea, tomar toda una serie de vidas, pero así una persona en específico, María Félix (risas).

 

–¿Dónde le gustaría vivir?

 

–Frente al mar.

 

–¿Su color preferido?

 

–Blanco.

 

–¿La flor que más le gusta?

 

–La rosa, todas las rosas.

 

–¿El pájaro que prefiere?

 

–En Nueva York hay unos halcones… soy asidua a las aves y cada vez las he estado estudiando más. Y en Nueva York hay unos halcones, no sé si los halcones o los búhos, pero son unos pájaros bien magníficos, son halcones de cola roja.

 

–¿Sus autores favoritos en prosa?

 

–Thomas Bernhard, Iris Murdoch, Doris Lessing, Coetzee ahorita me encanta, Christa Wolf, Mario Bellatin… pero creo que eso ya no es prosa es una especia de poesía alargada. César Aira, me encanta. Me gustaban mucho las mujeres, en un momento me gustó mucho Balzac también.

 

–¿Y sus poetas favoritos?

 

–Carol Ann Duffy, que es la poeta laureada de Gran Bretaña que traduje, Fabio Morábito, me encanta y ya.

 

–¿Y sus compositores favoritos?

 

–Olivier Messiaen, de verdad que Beethoven me gusta mucho, Mozart, Chopin me gustan mucho. Y me gusta mucho, mucho este, ay cómo se llama, el que cantan los mariachis… José Alfredo Jiménez. Se me hace un súper poeta y me encanta. Se me hace como poeta, soy gran fan de José Alfredo, sobre todo cantado por Tania Libertad, o bueno ya, me matas…

 

–¿O por Javier Corcobado?

 

–Me matas con eso…

 

–¿El don de la naturaleza que quisiera poseer?

 

–Volar.

 

–¿Cómo quisiera morir?

 

–Viva (risas).

 

–¿Viva, viva completa?

 

–Sana, digamos sana, quisiera no morir enferma.

 

–¿Cuál es tu lema?

 

–Cuando en una postal… tenía 14 años y vi en una postal que decía debes tener el valor de ser tú mismo, y no desvalorizarte por ser quien eres. Y en ese momento, a los 14 años, nadie quiere ser sí mismo y yo no lo entendía como una cuestión de valor, pero al momento de ver esa postal también entendí que no tienes opción, que eso eres (risas), entonces lo otro no funciona. Ahora, una maestra de yoga dice debes de empezar donde estás y que a veces dices bueno, voy a ponerme este vestido lindo cuando enflaque cinco kilos o voy a correr una carrera cuando esté en forma, no, tienes que empezar en dónde estás y entender eso, que estás en ese momento. Es un poco lo mismo de tener el valor de ser tu mismo, yo estoy aquí ahorita.

 

¿Cuándo miente Lorea Canales?

 

–Cuando escribo ficción (risas).

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