WASHINGTON. Un día después de que el Senado estadunidense aprobara a contrarreloj el presupuesto pendiente de la administración pública y el techo para un mayor endeudamiento, el presidente Barack Obama dijo en su primer discurso que “las últimas semanas causaron un daño completamente innecesario a la economía” y aseveró que “los estadounidenses están hartos de Washington” tras la parálisis de administrativo que causó una fuerte amenaza de default al país.
Obama lanzó un llamado al ala dura del Partido Republicano del Congreso a unirse para aprobar un proyecto de ley de presupuesto de largo plazo y dejar de lado sus diferencias que amenazan la economía y su credibilidad ante los estadounidenses.
Once horas después de aprobar el texto que permitió a EU evitar el riesgo de un default, el mandatario urgió al Congreso y específicamente a sus rivales republicanos a avanzar en leyes estancadas sobre agricultura y la reforma migratoria.
En cerca de 20 minutos de intervención, el mandatario dedicó gran parte de sus palabras a fustigar al grupo de congresistas del movimiento ultraconservador Tea Party, que, desde pocos años atrás, se opone a casi todas las medidas adoptadas por el líder demócrata.
“Si no les gusta una política en particular o un presidente en particular, entonces argumenten a favor de su posición y ganen una elección”, continuó, en tono desafiante.
Por último, Obama envió un mensaje a los cientos de miles de empleados federales que debieron tomarse vacaciones sin goce de sueldo forzadas por la parálisis. “Gracias por su servicio. Bienvenidos de vuelta. Lo que ustedes hacen es importante. No permitan que nadie diga algo distinto”, dijo.
Miles volvieron a sus puestos
Unos 800 mil funcionarios y empleados federales suspendidos temporalmente por la falta de acuerdo, volvieron a sus puestos de trabajo.
El procurador general Eric Holder se declaró satisfecho por el reinicio de la normalidad en su agencia, que cuenta con una fuerza laboral de 115 mil empleados.
El cierre de los museos, la mayoría de cuales se ubican en la capital del país, significó un duro golpe a la economía local, donde se reportó una caída de 40% en la actividad hotelera durante las pasadas tres semanas.
La calificadora Standard & Poor´s estimó el miércoles que esta paralización parcial del gobierno significará una pérdida de seis décimas de punto en el crecimiento anualizado de la economía durante el cuarto trimestre de este año, equivalente a 24 mil millones de dólares. La consecuencia inmediata del cierre del gobierno supondrá un recorte de 0.6 puntos porcentuales en la previsión del PIB del cuarto trimestre de este año, según prevé la agencia antes citada.
Luego de exigir durante dos semanas concesiones y recortes sobre los gastos en programas sociales, los republicanos en la Cámara de Representantes, con su presidente John Boehner a la cabeza, aceptaron que habían perdido y desbloquearon el acuerdo alcanzado por el Senado, promulgado en ley ayer por Obama.
Se trata sin embargo de una salida provisoria: el techo de la deuda fue subido hasta el 7 de febrero de 2014 y la ley de presupuesto estará vigente hasta el 15 de enero. Antes de esas fechas, los dos bandos deberán buscar nuevos acuerdos sobre los mismos temas.
En qué consiste la nueva ley
En la ley de 35 páginas que pasaron inadvertidas, existen cuatro puntos centrales:
• Permite efectuar gastos presupuestarios de forma temporal hasta el 15 de enero, por lo que reabrirán las oficinas cerradas desde hace dos semanas.
• Eleva el techo de deuda lo suficiente como para pagar las obligaciones del gobierno hasta el 7 de febrero.
• Añade un punto a la reforma santitaria en el que se obliga verificar los ingresos de los individuos que piden subsidios públicos para pagar sus seguros privados.
• Crea un “supercomité” con demócratas y republicanos de ambas Cámaras del Congreso para resolver hasta el 13 de diciembre el tema del gasto a largo plazo.
Curiosidades: Da dinero a Colorado para que reconstruya rutas por las inundaciones. Prevé dos mil 900 millones de dólares para mejorar un canal en el río Ohio y además por sexto año consecutivo rechaza que los legisladores puedan ajustar su sueldo (174 mil dólares al año) a la inflación, algo que debería ser automático por ley.