MÉXICO. La crisis de la selección de fútbol de México entrará hoy en una nueva fase con la inminente llegada de un cuarto técnico en la eliminatoria para Brasil 2014 en un intento por salvar en la repesca un negocio de más de 700 millones de dólares.
El nombre del nuevo técnico será anunciado por la Federación Mexicana de Fútbol este viernes junto con los planes del equipo para enfrentar a Nueva Zelanda en una repesca a visita recíproca por un boleto al Mundial.
Los cambios y los planes buscan salvar el negocio de más de 700 millones de dólares que representa la participación de México en el Mundial, en derechos comerciales y de televisión, según cálculos de analistas.
El cuarto cambio en el banquillo fue anticipado por el dueño de las Chivas de Guadalajara, Jorge Vergara, y confirmada por el mismo técnico Víctor Manuel Vucetich, quien hizo oficial su salida tras los partidos con Panamá y Costa Rica.
Vucetich, llamado el “Rey Midas” por el número de títulos ganados en México, anticipó también que Miguel Herrera, el entrenador del América, será el responsable de dirigir a México ante Nueva Zelanda, el 13 y el 20 de noviembre.
México tendrá su cuarto técnico en el proceso de Brasil 2014, después de José Manuel de la Torre, Luis Fernando Tena y el propio Vucetich, una prueba de la crisis que enfrenta en el campo y que ha puesto en riesgo un negocio de más de 700 millones de dólares
La problemática del equipo mexicano no es nueva ya que en este siglo sólo el seleccionador Ricardo Lavolpe, argentino, pudo cumplir un ciclo completo al llevar a México de principio a fin del Mundial de Alemania 2006.
En el 2001, Javier Aguirre entró de emergente a rescatar el boleto al Mundial de Corea-Japón del 2002 y entre el 2007 y el 2010, México tuvo como entrenadores a Hugo Sánchez, Jesús Ramírez, Sven Göran Ericksson y nuevamente a Aguirre.
México comenzó la eliminatoria con un panorama encantador que pronosticaba un sendero suave hacia Brasil, pero la falta de goles y triunfos en casa, lo trastocaron y el equipo acabó de rodillas, con el prestigio golpeado y dudas sobre su estilo de jugar. EFE