Parecería que recientemente he estado en una racha de ni fu, ni fa en cuestión de restaurantes. Los he visitado, he tenido una buena experiencia, pero no recomendaría desviarte de tu camino o hacer malabares para conocerlos, como lo fue en el caso de La Taberna del Chanclas o el Anatol. Desafortunadamente, son pocos los restaurantes que ofrecen comidas fabulosas y experiencias memorables. No es cuestión de precio, sino de dedicación. Probablemente hay muchos más restaurantes en el DF que caen en esta categoría de ni fu, ni fa. Sin embargo, también hay otros que me sorprenden lo llenos que pueden estar a pesar de lo terrible que resulta la experiencia, como lo fue en el caso del Bello Puerto en la sucursal Santa Fe. Pero bueno, te cuento un poco más.