OAXACA. Conocida por ser una de las zonas más pobres del país y por los álgidos conflictos que han enlutado a decenas de familias, la zona triqui hoy transforma su imagen gracias a sus niños, quienes lejos de ser buenos para “echar tiro“, hoy son figuras internacionales por sus triunfos en el baloncesto.

 

Se nos catalogaba como buenos para tirar bala, ahora somos buenos pero para lanzar balones y encestar”, dice orgulloso Rufino Merino, líder natural del Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT), organismo fundador de la Unidad Deportiva del MULT, hoy Academia de Baloncesto Indígena de México.

 

Y es que de la recientemente renombrada Academia, salió el grupo de cerca de 80 niños indígenas que han dado gloria a su región y al país gracias a sus destacadas participaciones en torneos de básquetbol ocurridas en México, Estados Unidos y Suramérica.

 

“Se cambia la violencia por el basquetbol con lo que damos a entender a toda la sociedad de Oaxaca y de México que somos diferentes, no como nos catalogan, sin que esto sea discurso, ahí están los resultados”, defiende Merino tras participar en un acto oficial al que fueron convocados los chicos basquetbolistas.

 

En tanto, al fondo del salón, una pequeña representación de niños de la Academia -recién llegados de su viaje a Argentina, donde ganaron un campeonato-, se entretienen en sus propios temas sin poner demasiada atención a los tenis y uniformes que acababa de darles el gobernador Gabino Cue como un estímulo a su triunfo.

 

Y es que los zapatos deportivos los calzan, pero las necesidades primarias para ellos y su comunidad son las mismas que desde hace cuatro años, cuando el MULT inició este proyecto deportivo como una de las medidas para pacificar la zona.

 

Es por ello que Merino ya ha solicitado a diferentes autoridades el apoyo para mejorar y ampliar la cobertura alimenticia de los menores, y las condiciones de los albergues donde más de 200 niños triquis se concentran dos veces al año para participar en los campamentos de alto rendimiento.

 

A pesar del reciente apoyo del gobierno estatal, explica, ellos siguen transportándose de la zona triqui a la capital en camionetas de redilas “y nos cuesta mucho por el clima, pero aún así hemos resistido porque somos gente que aguanta”.

 

Asimismo, agrega, en el último año y medio la administración local otorgó una beca de 600 pesos mensuales para 40 niños de esta Academia, así como un apoyo mensual de mil 500 pesos a cada entrenador, la mayoría de ellos originarios de la misma zona triqui.

 

“Ahora recibimos algo pero no es suficiente, no alcanza. Por ejemplo, necesitamos auditorios para que los jóvenes practiquen, se preparen, porque entrenamos con lo que hay, corriendo en la montaña, levantando pedazos de troncos, brincando sobre las sillas, porque no hay equipo”, indicó.

 

No obstante, para Merino, cualquier esfuerzo valdrá la pena, ya que el MULT le apuesta a la educación para consolidar la pacificación en la zona. Es por ello que las reglas inamovibles para los niños que quieren pertenecer a esta academia son el promedio mínimo de ocho, hablar la lengua triqui y ayudar a sus padres en el hogar.

 

“Le estamos apostando al 100 por ciento a la educación porque eso va a cambiar la mentalidad de la gente, la forma de vivir. Ahora se cumplen tres años de disminución de la violencia en la zona y nos sentimos orgullosamente triquis, de representar a Oaxaca y a México y vamos a buscar más”, sentenció finalmente.