Líderes de payasos reunidos en una convención en la ciudad de México, lamentaron este miércoles que un asesino se disfrazara como uno de ellos para matar a un capo del narcotráfico.

 

También rechazaron que el asesino fuera un verdadero payaso y aseguraron que están seguros de que ninguno de sus colegas haría algo así.

 

Francisco Rafael Arellano Félix, el mayor de los hermanos del otrora temido cartel de las drogas de Tijuana, fue asesinado el viernes en el balneario turístico mexicano de Los Cabos por un hombre disfrazado de payaso.

 

Arellano Félix fue sentenciado por cargos de narcotráfico en Estados Unidos y tras varios años preso fue dejado en libertad y deportado a México en 2008.

 

Tomás Morales, organizador de la convención de payasos que se realiza en la ciudad de México, dijo que varios de sus compañeros han sufrido asaltos y robos de sus vehículos, trajes y maquillaje, los cuales llegan a ser utilizados por ladrones para cometer atracos.

 

“Los que hacen eso no son payasos”, dijo Morales, cuyo personaje es “Llantom” y tiene 21 años de hacerlo. “Puedo meter las manos al fuego de que no fue un payaso”, añadió sobre el asesino de Arellano Félix.

 

“Eso no lo hace un payaso… nosotros no queremos ninguna violencia”, afirmó.

 

Su colega “Bufón Marley”, el nombre con el que se identifica como payaso Alberto Villanueva, lamentó que el asesino del hermano mayor de los Arellano Félix se haya disfrazado como uno de ellos.

 

“Supongo que el hecho de que esto haya sucedido a nosotros no nos perjudica, porque dentro de nuestro grupo social la gente nos conoce”, dijo Villanueva.

 

Morales refirió que ha habido casos en los que los propios payasos son víctimas de robos.

 

“Nos han quitado carros con todo y equipo de sonido; nos han quitado trajes; nos han quitado herramientas con las que trabajamos y con esas mismas herramientas con que trabajamos ellos asaltan”, dijo.

 

Alrededor de 500 payasos de México y otros países de América Latina se reunieron en la convención anual en la capital mexicana y el miércoles realizaron una jornada de 15 minutos de risas contra la violencia en México.