En realidad, el trabajo del Tri del Piojo Miguel Herrera rumbo al repechaje del duelo ante Nueva Zelanda, no empezó el miércoles por la mañana, sino 24 horas antes; pero sobre todo, la noche del martes, cuando un nutrido grupo de seleccionados, los que no pertenecen al equipo América, asistieron a un palco en el Estadio Azteca, para observar el sistema que emplea Herrera en sus equipos. Y presenciaron la derrota ante el Alajuelense de Costa Rica que los eliminó de la posibilidad de ir al Mundial de Clubes.

 

¿Presagio?: “Vamos a pedirle a Dios (por el Tri)”, diría unas horas después de la eliminación, y ya vestido de verde, Juan Carlos el Negro Medina, volante que se vislumbra como dueño de la contención de los verdes.

 

Miguel Herrera tuvo ayer su primer día de entrenamiento oficial como técnico nacional entre voces bravas, quejosas, esperanzadas y suplicantes. Bravas, como las de Francisco Javier Maza Rodríguez, criticado a más no poder en la era Chepo, quien salió a decir que hoy de todo lo que se dice de él “estoy muy curtidito y concentrado”.

 

Quejosas como la del capitán Rafael Márquez, dolido porque el Tri no prestó a dos de los seleccionados leoneses a su equipo para el duelo del fin de semana: “Nosotros no podemos decir nada, sólo acatamos órdenes, no tenemos voz ni voto, los que deciden son los técnicos, pero sí nos preocupa la situación de nuestro equipo, porque es quien nos paga, quien está detrás, quien nos cuida siempre, pero no nos podemos partir en dos”, dijo.

 

Esperanzadas como la de Miguel Layún, quien ante las voces que se quejan porque el América sea la base del Tri opinó, “prefiero pensar que todo México nos está empujando”.

 

Y claro, las voces suplicantes que le piden a Dios, como las de Juan Carlos Medina.

 

Y vaya si hay que pensarlo. El Tricolor está casi maldito, capaz de echar a perder todo lo que toca. Donde jugadores que rendían, de pronto parecen tener un par de pies izquierdos (o en su defecto derechos), y como a Andrés Guardado, en el Valencia, su técnico ni siquiera lo convoca para el juego de la UEFA League de esta semana, o Héctor Herrera, quien hizo historia en la Champions al hacerse expulsar en seis minutos en su debut en Champions con el Porto; o el Chicharito, quien ayer, no concluyó su partido con el Manchester ante la Real Sociedad. Toda una legión verde hoy hecha a un lado para intentar el último plan desesperado, ponerse en las manos del mejor equipo de la liga mexicana en el segundo semestre de 2013: el América. Y ya parece afectado por el mal Tricolor.

 

Justamente sus actuaciones más frustrantes del segundo semestre de este 2013 fueron en el plano internacional, ambas ante el Alajuelense, equipo de Costa Rica.

 

Así lo dice el Negro Medina: el próximo 20 de noviembre cada integrante del comando amarillo, del Piojo, será reconocido como el héroe que puso a los futboleros en Brasil o como el forajido más buscado en la República Mexicana, como sea una u otra, Medina se ha protegido y ha culminado, “vamos a pedirle a Dios para sacar esta gran responsabilidad”.