Aquí se va a armar la de san Quintín. Esto si se ponen abusados los 32 Institutos Electorales estatales y no se dejan comer el mandado. Por lo pronto muchos de sus integrantes ya se están intercomunicando para iniciar su defensa legal frente a la amenaza de crear una sola institución que organice y califique las elecciones en todo el país: el Instituto Nacional Electoral (INE)…
El tema, que se incluyó en el Pacto por México, firmado por los presidentes del PRI, PAN y PRD con el presidente Enrique Peña Nieto y presentado el 2 de diciembre en el Castillo de Chapultepec contiene la advertencia: un solo Instituto Electoral para todo México.
Uno de los argumentos a favor de esta propuesta de reforma es que resulta muy oneroso para el país mantener a 32 entidades electorales y, otro, que así se ‘controlará’ a los gobernadores de los estados proclives a meter las manos en estos institutos y desde ahí manipular elecciones a favor de su partido…
En realidad estos argumentos han generado muchas dudas y más rechifla que aplausos.
El lunes 14 de octubre, frente al pelotón de fusilamiento, los presidentes de institutos electorales estatales hicieron su defensa: algunos en términos aun tan débiles como insistir en lo ya insistido y sabido: que se vulneraría la soberanía de los estados y es un atentado a la Constitución y las constituciones.
Otros argumentos que son cifras, como las que exhibió el presidente del Instituto Electoral de Nuevo León, Luis Daniel López, en contraargumento de que los gobernadores hacen chanchullo a través de los Institutos, afirmó que desde 1989 hay alternancia en 24 de las 32 entidades para la elección de gobernadores y jefe de gobierno del DF y en 95% de los más de 2,400 municipios…
¿Costos? “El IFE –dijo López- tiene un presupuesto de 7 mil millones de pesos para 2013, más las prerrogativas de los partidos, en tanto que 32 institutos electorales estatales cuentan con unos 4 mil millones para organizar elecciones de unos 4 mil cargos de representación, en tanto que el IFE sólo se encarga de 600 cargos”
Frente a estos argumentos no ha habido respuesta de quienes proponen la desaparición de los 32.
Pero ya comienza a la reflexión para identificar los pros y contras de la situación. Para Luis Carlos Ugalde, ex presidente del IFE (2003-2007) esta propuesta es populista porque no resuelve los problemas de fondo, con “la creencia de que atacando el síntoma se soluciona la enfermedad” (…) ‘Al crecer de tal forma al IFE se haría realidad ahí el Principio de Peter, porque, seguramente la magnitud de la democracia nacional, estatal y municipal los rebasaría.’
Para Gustavo Anzaldo Hernández, ex presidente del IEDF (2010-2013) “los promoventes atribuyen efectos mágicos a la creación del INE. Si (los partidos políticos) no corrigen sus estrategias electorales, revisan sus criterios de alianzas y postulan mejores candidatos, ni porque los procesos electorales los organice El Vaticano van a ganar”. Y en cuanto a los recursos afirma: “…El órgano superior del INE pasaría de 9 a 11 integrantes; pese a ello, no hay proyección presupuestal alguna ni consideración sobre los recursos que requiere este”…
La propuesta del INE va a contracorriente y en el pecado podría llevar la penitencia: un órgano supremo de organización y calificación de elecciones para todo el país generaría conflictos de larga distancia; centraliza la autoridad electoral en un una república federal; gastaría aun más porque al utilizar la infraestructura ya existente tanto física como humana en todo el país tendrá que homologar salarios a los del IFE; le daría el control a los partidos políticos…
Los gobernadores no dicen nada. Silencio. Como que saben lo que son sus alas y saben que con institutos locales o uno federal podrían hacer y deshacer en lo electoral si cuentan con el apoyo de ‘su’ legislativo… o aunque no…
Una solución sería que se rebajara drásticamente el costo y la enormidad del IFE que es el que duplica funciones con los estatales; que todos ellos se rijan por una selección de consejeros en efecto transparente y sin tacha, que, sin menoscabo de su representatividad, los partidos políticos saquen las manos de ahí, porque los ensucian; que estos partidos dejen de crear burocracias inútiles, como es que es; y falta que en este país se deje de pagar por cuidarle las manos a los partidos políticos en lo electoral.
Vamos a ver cómo harán la defensa que ya cabildean los 32, desde la Asociación de Consejeros Presidentes de Institutos Electorales. Por lo pronto ya se organizan y a ver si no hay zacatones de última hora.