Un IFE reprobado, a la deriva y envuelto en polémicas es el legado que dejará Leonardo Valdés y los otros tres consejeros que ayer abandonaron sus cargos en el Consejo General del Instituto, en medio de reproches por parte de los partidos de oposición en cuanto a su desempeño.
En la sesión de despedida de los consejeros Alfredo Figueroa, Macarita Elizondo, Francisco Guerrero y Leonardo Valdés, los partidos reprocharon las decisiones de los consejeros en diversos temas.
Aunque el consejero presidente presumió el dejar un IFE “más sólido”, las resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en las elecciones de 2009 y 2012, dan cuenta de la desconfianza que existe de los partidos hacia el árbitro electoral con 17 mil asuntos jurídicos llevados a los tribunales.
Los partidos de oposición fueron los que más atizaron al instituto liderado por Leonardo Valdés (2008-2013) al cual le tocó organizar las elecciones intermedias de 2009 y las presidenciales de 2012.
Los representantes del PRI, Nueva Alianza y Verde Ecologista dedicaron la mayoría de su intervención en la sesión a adular la gestión de los consejeros salientes. En contraste, Acción Nacional, Revolución Democrática, Partido del Trabajo, y Movimiento Ciudadano enlistaron una serie deficiencias del instituto.
El diputado federal, Ricardo Mejía Berdeja, representante de Movimiento Ciudadano, calificó a Valdés Zurita como “traidor de la democracia” y de ser uno de los “corresponsables de la restauración autoritaria del poder” refiriéndose al regreso del PRI a la Presidencia de la República tras doce años de gobiernos emanados del PAN.
Los representantes de la oposición recordaron el caso Monex, en el cual, el Consejo del IFE concluyó que el PRI fue inocente de la presunta coacción de votos a través de la entrega de tarjetas propagadas de la entidad financiera por una cantidad de 7.5 millones de dólares.
“Quedará grabada la ignominia del caso Monex, que con desfachatez se reconoció como un mecanismo de triangulación electrónico de recursos ilegales hacia la campaña del candidato presidencial, pero que fue desechada en una multa que sigue gravitando en el imaginario colectivo”, dijo el representante de Movimiento Ciudadano.
El instituto electoral, coincidieron, navega en la opacidad y ejemplificaron con el pago de un diagnóstico a la consultora Deloitte, por 16.5 millones de pesos, el cual, revela serias deficiencias en la estructura orgánica del IFE y había estado oculto para los partidos.
Otro de los reproches durante la gestión de Valdés Zurita fue la falta de transparencia en la compra de un edificio por seis veces su valor en Acoxpa 436, lo que implicaría irregularidades por 350 millones de pesos.
Para el representante del PRD, Camerino Eleazar Márquez, hubo “resoluciones a modo y una autoridad omisa”, la cual, permitió la “compra el voto y se traficó con la necesidad de la gente, de los más pobres”.
Los partidos, excepto el PRI y Verde Ecologista, manifestaron que el IFE resulta “caro” y genera una “democracia pobre y simulada”, por lo cual se pronunciaron a favor de la conformación de un Instituto Nacional de Elecciones.
Calificaron la gestión de Leonardo Valdés como de aplaudida “en los círculos del poder presidencial y en las nomenclaturas partidistas”, pero con falta de legitimidad ante los electores.
Luego de cuatro horas, donde además de los posicionamientos de partidos, los cuatro consejeros salientes dieron su discurso de despedida. Hoy, el IFE se prepara para operar a mitad de su capacidad con tan sólo cuatro miembros.