El chileno Alexis Sánchez y el brasileño Neymar volvieron a resolver el viernes otro clásico en favor del Barcelona, esta vez el catalán, al impulsar literalmente la victoria por 1-0 sobre el Espanyol con gol del primero y brillante pase del segundo en la liga española.

 

Ambos protagonistas ya resultaron decisivos seis días atrás cuando marcaron los dos goles del cuadro azulgrana para vencer al Real Madrid en el clásico nacional.

 

A pesar de otro discreto partido del astro argentino Lionel Messi, el equipo dirigido por el argentino Gerardo Martino sigue de líder invicto en la liga y con desempeño perfecto como local con 34 puntos cosechados hasta la 12ava fecha gracias a la séptima anotación de Sánchez, lograda a los 68 minutos mediante el séptimo pase para gol de Neymar en el torneo.

 

El Real Madrid, tercer clasificado con 25 puntos, juega el sábado en cancha del Rayo Vallecano, mientras que el Atlético de Madrid, segundo con 30, recibe el domingo al Athletic de Bilbao.

 

Ambos deben afrontar también compromisos de Liga de Campeones la semana entrante, así como el Barsa, que recibe el miércoles al Milan.

 

El Espanyol que dirige el mexicano Javier Aguirre perdió su cuarto partido seguido de visitante y clasifica provisionalmente en la octava posición con 15 puntos.

 

Martino sentó a Cesc Fábregas y dio continuidad a Sánchez, actual segundo máximo cañonero del equipo, como punta de ataque junto a Messi (8 dianas) y Neymar, al tiempo que el canterano Martín Montoya relevó al lesionado Adriano en el lateral izquierdo.

 

Receloso del potencial asociativo del Barsa, Aguirre tejió un enjambre en la zona media con tres pivotes de brega y revolucionó el once con jugadores rápidos y hábiles al contragolpe como Gabriel Torje y Thievy Bifouma, mientras el colombiano Jhon Córdoba esperó turno en el banquillo.

 

En plena noche destemplada, Torje abrió las hostilidades con un disparo alto desde fuera del área y el Barsa correspondió por vía de Sánchez, cuyo remate manso desvió sin problemas Kiko Casilla.

 

Encerrado atrás, el Espanyol cedió gustoso la posesión del balón al cuadro local, dinámico en la elaboración pero desacertado en el último pase hasta que Neymar y Messi se encontraron en el área, con remate del rosarino al cuerpo del arquero.

 

Los blanquiazules siguieron trabando el ritmo del juego y tratando la pelota como una granada de inminente detonación mientras el equipo de Martino se enredaba en arabescos mal finalizados: cuando Sánchez no erraba una volea franca, era Messi quien apuntaba demasiado alto un tiro libre directo.

 

“Nuestra labor fue que ni Messi ni Neymar, ni Alexis estuvieran cómodos. Sabíamos que era imposible quitarle la pelota al Barsa. No nos interesaba el intercambio de golpes: en campo abierto hubiéramos sido presa fácil. Uno nunca puede irse contento cuando pierde, aunque nadie diera un duro por nosotros”, explicó tras la derrota Aguirre.

 

Y en ese tedio, apenas alterado por algún chispazo de Neymar o caricia aislada de Andrés Iniesta, los visitantes se las ingeniaron para manufacturar la primera gran ocasión en contragolpe mal medido por Gerard Piqué y Dani Alves y solventado por Víctor Valdés, raudo a la hora de tapar el apurado puntapié de Víctor Sánchez.

 

El Barsa pareció despertar con el susto y finalmente Alves hizo temblar el poste blanquiazul con un disparo de pierna derecha al filo del descanso, que el Espanyol alcanzó a brazadas pero intacto, con el 0-0 de tesoro.

 

El asedio local se intensificó tras la reanudación y Messi se animó con un remate de cabeza que obligó a un meritorio y fotogénico vuelo de Casilla.

 

Neymar le siguió con una comba que pareció gol y no lo fue por poco, antes de dejar el detalle de la noche partiendo nuevamente desde banda izquierda, avanzando metros en busca del perfil diestro y una asistencia de lujo buscando el espacio donde Sánchez, tras ver el balón pasar entre las piernas de Raúl Rodriguez y Sidnei, empujó a la red el tanto del triunfo y tercero suyo en tres fechas.

 

Ya con Córdoba sobre la cancha, el Espanyol mejoró y rozó el empate en un latigazo de Sergio García, mientras Messi estuvo cerca de lograr el segundo a balón parado; aunque “La Pulga” sigue trayectoria opuesta a Sánchez, pues hilvanó su tercer partido sin marcar.

 

“No le veo preocupado ni creo que esté pensando en el Mundial. Lo que pasa es que él puso la vara tan alta que cuando no hace un gol parece que todo es un problema, pero yo no veo ningún problema”, alegó Martino.

 

“Fuimos un poco lentos y fallamos mucho en el último pase, lo cual es raro. Siempre intentamos ganar con la forma del Barcelona. No estamos en la excelencia de nuestro juego, pero merecimos todas nuestras victorias”, concluyó el argentino.