Es común tener familiares o amigos que en algún momento se involucran en ciertas prácticas que pueden no ser sanas para su mente y cuerpo. Muchos pensarían que esto no le ocurre a los famosos por la cantidad de gente que los cuida, ya sea en la cúspide o mientras están en formación, pero no siempre es así.

 

Michelle Pfeiffer declaró en una entrevista al Stella magazine, de The Sunday Telegraph, que antes de ser una actriz consolidada en Hollywood se convirtió en una seguidora del Respiracionismo o Inedia.

 

Todo empezó cuando entró en una comunidad de este culto que cree que por medio de respiraciones y meditación se puede llegar a niveles profundos de introspección para obtener todos los beneficios del aire y la luz del sol; lo malo es cuando sólo quieren vivir con ello sin alimentarse.

 

El grupo al que Michelle pertenecía era dirigido por una pareja “muy controladora”, por lo que la obligaban a hacer dietas, pues además eran vegetarianos. Ella no vivía con ellos, pero sí estaba mucho tiempo inmersa en su práctica y financiaba de manera importante al movimiento.

 

La persona que logró sacarla de ello fue su ex esposo, Peter Horton, que trabajaba en una cinta sobre la secta Moon y se dio cuenta de lo que Michelle estaba viviendo.

 

Ahora Michelle vive de manera entusiasta el estilo vegano, que es muy generoso, pues se basa en utilizar productos y consumir alimentos que no tengan origen animal.

 

Cabe señalar que los jóvenes son mucho más vulnerables a este tipo de sectas, pues en la búsqueda que realizan para encontrarse y forjar su propio camino, muchos se aprovechan de ellos y logran enrolarlos en algo que no siempre sale como esperan.

 

Pueden empezar sintiéndose bien, pero después su pertenencia al grupo se va convirtiendo en una pesadilla incluso económica; dejan de reconocerse como individuos y sólo reconocen y hacen lo que sus guías les dicen.

 

Así que a cuidarse de los excesos.