Una isla flotante de basura y escombros del tamaño de Texas cruza el Océano Pacífico y se dirige a la costa occidental de Estados Unidos, después de que un devastador tsunami inundara Japón en 2011.

 

Son alrededor de dos toneladas de escombros, entre restos de casas, botes y toda clase de objetos, que fueron tragados por el océano, y aunque ya hay registro documentado de restos encontrados en las costas de California, los expertos temen de que en esta ocasión llegue todo a la vez.

 

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) dio a conocer que la gran isla flotante se encuentra al noreste de las islas hawaianas, y  que un grupo de escombros más grande y meno concentrado se extiende desde Alaska a Filipinas.

 

Uno de los mayores temores de los estadounidenses es la posibilidad de que estén contaminados con radiación de la planta nuclear de Fukushima, sin embargo, las mediciones hechas hasta el momento con contadores Geiger no han arrojado evidencia de radiación en los objetos encontrados.