ABU DHABI. La Selección de México no pudo refrendar su título Sub-17 luego de perder 3-0 ante Nigeria, que consiguió su cuarta corona en esta categoría, en la final de la Copa del Mundo Emiratos Árabes Unidos 2013 que tuvo lugar en el estadio Mohammad Bin Zayed.

 

Los goles de la victoria fueron obra de Erick Aguirre, en propia meta, a los nueve minutos, Kelechi Iheanacho, 55´, y Musa Muhammed cerró la cuenta a los 81´.

 

Además del título, el cuadro de las “Súper Águilas” impuso récord de goles más anotados en esta competencia, con 26, superando así a Alemania, que había marcado 25.

 

El clamor de “venganza” que se dio entre la afición de México luego de la humillación 6-1 sufrida al inicio del torneo sólo quedó en simple deseo, porque dentro de la cancha el ahora campeón fue superior, con amplio dominio sobre el Tri, al que supo pegar en el momento justo.

 

La escuadra que dirige Raúl Gutiérrez comenzó de mejor forma, con el balón en los pies y dos llegadas por aire, una de ellas muy importante en remate de Iván Ochoa que Dele Alampasu con un gran manotazo mandó por encima de su arco.

 

El conjunto africano, sin embargo, dejó en claro porque es el equipo más poderoso en la ofensiva al armar un contragolpe que le permitió terminar con el cero en la pizarra.

 

Todo se originó en ese tiro de esquina a favor del Tri que las “Águilas Verdes” controlaron bien para salir a velocidad y dejar en el área a Musa Yahaya, quien se disponía a “fusilar” a Raúl Gudiño, pero Erick Aguirre en su afán de romper la jugad introdujo el esférico en propia meta para poner el 1-0, al minuto nueve.

 

La escuadra que defendía el título parecía que asimilaría el golpe, tuvo el balón, pero no la capacidad ofensiva para inquietar a la zaga nigeriana, más que en jugadas a balón parado y fue precisamente esta vía por la que estuvieron cerca de lograr la paridad en un cabezazo de Ulises Jaimes que otra vez el guardameta en una gran reacción salvó.

 

En el último cuarto de hora, el cuadro africano tuvo las ocasiones suficientes para liquidar el partido, pero Taiwo Awoniyi no pudo definir bien, así como otro disparo de Yahaya que reventó el travesaño, para irse así al descanso.

 

Para el complemento, los nigerianos le cedieron un poco la iniciativa a los mexicanos, sabían que los espacios se les iban a abrir y que su velocidad era letal, suficiente para darle rumbo definitivo al partido.

 

La segunda anotación, sin embargo, se dio en un error del guardameta Gudiño, quien no pudo controlar un disparo de Musa Muhammed y le dejó el rebote a Kelechi Iheanacho que sólo la tuvo que meter, a los 55´.

 

Esta anotación fue prácticamente el acabose, ya que más allá de que Iván Ochoa tuvo la más clara para acortar distancias, pero envió su remate a un costado, los ahora tetracampeones se dedicaron a sobrellevar las acciones y a definirlo en los últimos minutos.

 

Con cobro excepcional de tiro libre, que se incrustó en el ángulo superior izquierdo, Musa Muhammed puso el tercero en la cuenta para así sellar un brillante título del equipo nigeriano, que más allá de las suspicacias por el límite de edad, fue el mejor equipo de todo el certamen.

 

Mientras que el Tri, pese a que se quedó en la orilla, dejó en claro su capacidad para recuperarse de un inicio difícil, en espera que este proceso continúe y se conviertan no sólo en el futuro de la Sub 20, sino del representativo mayor.

 

El arbitraje estuvo a cargo del escocés Craig Thomson, quien tuvo una buena labor. Amonestó a Ulises Rivas (34), Erick Aguirre (58) y a Marco Granados (84) por el cuadro mexicano.